«No hace falta hablar de drogas para hacer una intervención preventiva»

11 diciembre 2014

La Comisión de Plataformas Sociales organizó el 22 y 29 de noviembre la Jornada Inspectorial de Inclusión Social sobre el consumo de alcohol y otras sustancias en los adolescentes. , en El Campello y Godelleta, respectivamente. Una jornada en la que participaron salesianos, profesores, animadores, catequistas y educadores de la Comunidad Valenciana, Zaragoza y Murcia.

La jornada fue dinamizada por Silvia Basas y Alfonso Cañueto, educadores sociales del Proyecto Energy Control (http://energycontrol.org/) de la ONG ABD-Asociación Bienestar y Desarrollo.

Se trataron temas como la evolución y los cambios en los patrones de consumo de drogas; perspectivas, discursos y políticas de droga; la situación actual del consumo de drogas en adolescentes en el Estado español; efectos y mitos sobre el alcohol y otras drogas, la adolescencia como etapa vital y el consumo de ocio contra el consumo problemático. "El joven debe ser el centro de la intervención y no la sustancia en si" afirmaron.

Según los ponentes "el ocio alternativo es una herramienta real para la prevención del consumo", los agentes implicados: la familia, la escuela, los amigos son parte importante en la tarea de prevención, así como la visión de las drogas que ofrece la publicidad y los medios de comunicación social. A lo largo del encuentro también se direon claves y se explicaron los recursos de prevención existentes en nuestro entorno y cómo utilizarlos.

La metodología de la jornada compaginó las explicaciones de los docentes con la experiencia y la reflexión práctica.

Energy Control  surgió  en  Barcelona  en  1997  como  un  proyecto  pionero  en España en el ámbito de la reducción de los riesgos asociados al consumo recreativo de  drogas,    habiendo  recibido  desde  entonces  el  reconocimiento  de  numerosas administraciones (europeas, estatales, comunitarias y locales) así como el apoyo y colaboración  del  propio  sector  del  ocio  nocturno  y  una  excelente  aceptación  por parte de nuestros destinatarios finales: los consumidores de drogas. En el área educativa sus intervenciones están dirigidas a toda la comunidad educativa con el objetivo de aportar información útil sobre drogas, teniendo en cuenta las diversas necesidades del alumnado, la familia y los profesionales que trabajan con jóvenes y adolescentes.

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