A fondo: monografía sobre los150 años de imprentas salesianas

1 septiembre 2014

En el mundo resonaban tambores de guerra y el nazismo y el comunismo se perfilaban como un desafío peligroso para la humanidad, y el Papa acude a la sociedad Salesiana para confiarles la edición y la impresión de uno de los periódicos con más influencia moral y ética en el mundo católico. ¿Por qué Su Santidad toma esta decisión?

Siendo un joven sacerdote, Achille Ratti, el futuro Pío XI había visitado a Don Bosco en el Oratorio deValdocco y se maravilló de cuanto se realizaba allí en el campo de la publicación y de la impresión.

La tipografía de Valdocco pronto llegó a la excelencia en el campo de la impresión y de la encuadernación forjando generaciones de hábiles tipógrafos y apreciados artesanos en las técnicas del libro y las publicaciones.

La primera tipografía salesiana ha cumplido ya su 150º aniversario. Mucha experiencia. Don Bosco se dio cuenta ya a mediados del siglo XIX que el futuro consistía en la capacidad de comunicar, de transmitir ideas, de convencer y formar de forma veraz y digna.

El Boletín Salesiano, fundado por Don Bosco, está ya por su CXXV año de publicación ininterrumpida y se sigue difundiendo hoy, como siempre, de manera gratuita en más de 130 países gracias, como ocurre con otras obras salesianas, a las generosas donaciones de sus benefactores. La CCS, Central Catequética Salesiana, edita gran cantidad de obras tanto de carácter divulgativo como ensayístico, siempre a unos precios populares. Y a lo largo y ancho de nuestro mundo, en casi todas las lenguas vivas, editoriales salesianas difunden nuestro Sistema Preventivo en la Educación y ayudan a la formación profesional y personal de millones de jóvenes.

Pues bien, cincuenta años después de la citada visita a Valdocco, el ya Papa Pío XI se acordó de las buenas impresiones que allí recibió y quiso que el nuevo Estado Vaticano, nacido en 1929 con el Tratado de Letrán, contara con la eficiencia y fidelidad de la Sociedad Salesiana. El Papa estaba convencido de que lo mejor era confiar a los hijos de Don Bosco la tipografía y el periódico.

De esta manera se instaló dentro de las murallas vaticanas una comunidad salesiana que ha cumplido ya 75 años de permanencia y que ha contado con los mejores y más competentes profesionales en el arte de la impresión.
Una cuestión de confianza en la que los salesianos han sabido dar una respuesta de gran altura. No en vano en los Estatutos de la Sociedad Salesiana se especifica la fidelidad al Sumo Pontífice como un rasgo distintivo.

L’Osservatore Romano ha sido y es un periódico de referencia para los católicos de todo el orbe. Leer este “periódico del Papa” es un signo de apoyo a la Iglesia en el mejor espíritu del Concilio Vaticano II por cuanto es una herramienta eficaz en la globalización y difusión de la doctrina de la Iglesia.

Mantener vivo y sostener este periódico, siempre equilibrado y referencia ética en nuestro mundo, en esta era de las comunicaciones, con ofertas cada vez más complejas y numerosas, no es tarea fácil. Los salesianos lo han actualizado y han dedicado una especial atención a la difusión, de la que depende su supervivencia en papel como oferta diferenciada de la edición digital.

La tipografía salesiana, en la que tantas ilusiones puso Don Bosco, tiene en este periódico un fruto de oro que lo convierte en la fuente informativa más fiable de la Iglesia y el Papa.

Es cierto que en esta era digital hay que saber dar respuestas de todo tipo y por ello los salesianos tienen emisoras de radio, televisiones, páginas web y hasta una agencia de noticias propia, la ANS, Agencia de Noticias Salesiana, que es un modelo de equidad, respeto y defensa de los derechos humanos y fidelidad a la verdad. Con el paso de los años se han abierto nuevas áreas y equipamientos para responder adecuadamente a las necesidades de hoy y mantenerse en vanguardia.

Pero, a qué dudarlo, los salesianos sienten un especial cariño por sus tipografías. El libro y el periódico, tan queridos por Don Bosco, podrían parecer unas víctimas de nuestro tiempo pero los salesianos saben que el libro no es sólo un objeto de consumo rápido y que incluso el periódico puede ser una fuente de reflexión y lectura atenta, reposada y amena. La impresión tipográfica es también una expresión de arte, de oficio y de competencia profesional que los salesianos han sabido llevar a su máxima expresión.
 

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