155 años, la vida sigue creciendo

18 diciembre 2014

La tarde del 18 de diciembre de 1859 en el Oratorio de San Francisco, en la habitación de don Bosco, se reunieron algunos jóvenes con el objetivo de "promover y conservar el espíritu de verdadera caridad que se requería en la obra de los Oratorios para la juventud abandonada y en peligro"; así escribe don Alasonatti en el acta de aquel encuentro. A continuación se lee en la misma acta: "Gustó por lo tanto a los Congregantes erigirse en Sociedad o Congregación que, teniendo por objetivo la recíproca ayuda para la santificación propia, se propusiera promover la gloria de Dios y la salud de las almas, especialmente de las más necesitadas de instrucción y de educación”.

No tardó en darse cuenta de que todo el bien que hacía por sus chicos se perdía con las malas influencias del exterior y decidió construir sus propios talleres de aprendizaje. Los dos primeros fueron inaugurados en 1853. En 1856, había ya 150 internos, cuatro talleres, una imprenta, cuatro clases de latín y diez sacerdotes. Los externos eran 500. 

Desde su fundación, la congregación creció rápidamente: en 1863 había 39 salesianos y a la muerte del fundador eran ya 768.

El 2 de febrero de 1860 es aceptado el primer coadjutor. El 23 de julio de 1864 llega de la Santa Sede el "decreto de alabanza de la Sociedad". Más tarde, el 1 de marzo de 1.869, 15 años después, llega su aprobación y, finalmente, el 3 de abril de 1874 llega la aprobación de las Constituciones por parte de la Santa Sede.

 


Desde la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora unidos en este día como la antesala a un año de gracia, recordando de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos. Juntos con Don Bosco.

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