Este #VeranoSalesiano voluntarios bajo el sol

10 julio 2017

 ‘Como estar en una familia’, es la expresión que utilizan tanto los jóvenes como los coordinadores que han participado otros años en los campos de trabajo que la inspectoría propone para el verano. Vivir en comunidad, a veces acogidos por comunidades salesianas, a veces en comunidades creadas para la ocasión, es la característica principal de esta iniciativa. Experimentar el servicio, darte a los más vulnerables, descubrir tu proyecto de vida, igual que en tu familia, pero este verano, en una casa salesiana.

Los destinatarios de cada una de estas actividades son grupos reducidos formados por cuatro o cinco jóvenes mayores de 20 años que han recorrido un camino de fe y aceptan realizar una experiencia como voluntarios en algún proyecto social donde se aseguran las condiciones de trabajo, vida comunitaria, oración, acompañamiento, pobreza, austeridad, limitación y solidaridad. La duración será de dos semanas entre finales de julio y principios de agosto, dependiendo del proyecto concreto.


Un día cualquiera en el campo de trabajo, seguirá la siguiente rutina, aunque dependiendo del proyecto, el horario se adaptará. Tras la oración matutina los jóvenes desayunarán, y comenzará la primera tanda de trabajo de 10 a 14 horas que se retomará tras un descanso, desde las 16 hasta las 19 horas. Una formación, una eucaristía y una actividad nocturna, cerrarán el día que concluirá siempre con unas Buenas Noches.

Según Francisco José Pérez, Delegado Inspectorial de Pastoral Juvenil, “No es un campamento, no son unas horas de echar una mano, es vivir la experiencia, convivir en comunidad, afrontar las dificultades, rezar juntos, cocinar unos para otros, y hacer una lectura de fe de la vida cotidiana a la luz de la Palabra”. Cada proyecto siempre está vinculado a una comunidad salesiana y cuenta con el acompañamiento de un salesiano de referencia como es el caso de Vicente Enrique Picó en Alcoy, José Miguel Núñez en Palma del Río, Pedro Ruz y José Luis Aguirre en Córdoba y José González en Jaén.

Alfonso del Castillo, de 32 años, participó el verano pasado en el Campamento Magone de Palma del Río. “Lo escogí porque tengo inquietudes salesianas y fue una experiencia muy enriquecedora. Conviví con los salesianos José Miguel Núñez y Paco Jaldo, recibí formación salesiana, estuve en el patio con chavales 24 horas al día. Además se te brinda la oportunidad de descubrir qué es lo que el Señor quiere para ti, el proyecto preparado para tu vida” afirma.

Pili Lance, de 40 años, dirige la Plataforma Social de Lleida, como directora se encarga de dar apoyo logístico en las actividades de verano, apoya moral y educativamente a todos los equipos de educadores y voluntarios. También le gusta estar presente algunos momentos y en algunas actividades que realizan los chicos y chicas, para ver, captar y "saborear" lo que están viviendo y disfrutando los chicos junto a los educadores.

“Un campo de trabajo es un buen momento para poder darse gratuitamente a los demás, aprendiendo nuevas actitudes, formas de trabajo, maneras de relacionarse y por qué no, descubriendo que Dios se hace presente, de forma especial, en estos espacios y con estos chicos en tu propia persona” explica.

“Ser voluntario es la oportunidad perfecta para ponerse a prueba y con tu compromiso de vida, es como un test personal que te va confirmando qué papel tienes tú en el mundo, es una forma privilegiada para descubrir cuáles son tus habilidades, potencialidades y cómo no tus dificultades que también hay que conocerlas” añade.

La delegación de Pastoral Juvenil propone otras muchas actividades para este verano, y todas ellas no serían posibles sin la colaboración de cientos de animadores que de forma voluntaria deciden dedicar parte de sus vacaciones a entregarse a los demás. “Trabajar con los más pequeños es el regalo más grande que nos pueden hacer, porque es imposible que no te saquen una sonrisa cada día, que te sientas agradecido porque a menudo son ellos los que nos descubren la mejor parte de nosotros mismos, porque es imposible aburrirse y por lo tanto tienes que poner en marcha todos los recursos de los que dispones  y aquellos que no sabías que tenías y porque al finalizar el día te marchas a casa sabiendo que tu día ha sido genial, que has sido Sal y Luz para los más pequeños y ellos para ti han sido tu maná” explica Pili Lance.

Como actividad especial, destaca el campamento de ‘Los Primeros’ en Córdoba acoge a un grupo de jóvenes llegados de centros de menores, con alguna medida judicial, y extutelados. Se trata de una experiencia de vacaciones para jóvenes llegados de centros y pisos de autonomía que tiene un componente formativo, se trabajan habilidades sociales, control de impulsos y autoestima, y hábitos de vida saludables sean conscientes del valor de una vida sana.

Completan la oferta de la delegación de Pastoral Juvenil, las actividades para los destinatarios del Itinerario de Educación en la Fe (IEF), los campamentos locales, campamentos urbanos, oratorios, colonias, escuelas de animadores, voluntariados fuera del país, en los que participan salesianos, animadores, seglares y jóvenes.
 

Como hilo conductor de estas experiencias estará en redes sociales el hashtag #VeranoSalesiano donde, al igual que en años anteriores, se compartirán los momentos vividos por diferentes puntos de la geografía inspectorial.

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