Un campamento para reflexionar en torno a la vocación del salesiano consagrado

26 julio 2015

En esta experiencia han participado 10 jóvenes, de edades comprendidas entre los 15 y los 30 años, procedentes de las Casas Bartolomé Blanco (3), La Cuesta (3), Parroquia de Jesús Obrero (1), Morón (1), Santuario de María Auxiliadora de Ronda (1), y un joven de la ciudad de San Fernando. La mayoría de ellos han estado participando en los encuentros vocacionales organizados a lo largo de todo el curso, dentro de la campaña vocacional “200 razones para decir sí”, siguiendo así un itinerario de discernimiento y de búsqueda de la voluntad de Dios sobre sus personas.


El campamento ha sido organizado por la Delegación de Pastoral Juvenil y coordinado por la Comisión de Animación Vocacional Inspectorial, llevándolo a cabo tres salesianos, José Miguel Núñez, Jorge J. Reyes y Daniel Peña, quienes han acompañado al grupo y animado la formación de cada día, en la que se han abordado temas como la llamada de Dios, el seguimiento de Cristo con el corazón de Don Bosco. También, cada tarde, se han dado a conocer, a modo de experiencia, los ambientes en los que actualmente se desarrolla la misión salesiana: la escuela, el oratorio-centro juvenil, la parroquia, los jóvenes en situación de exclusión social y las instituciones universitarias.


En los espacios de tiempo libre, paseo o playa, los salesianos han podido hablar personalmente con los chicos, tratando de ver el proceso que cada uno está viviendo, e indicando algunas pautas para el discernimiento o propuesta de futuro.


En la última mañana, se hizo síntesis con las claves para el discernimiento: oración, sacramento, acompañamiento personal, servicio a los necesitados y proyecto de vida, insistiéndose en la necesidad de dar importancia a cada una de estas realidades; y además se presentó la experiencia de la Comunidad Propuesta Bartolomé Blanco, en la que, junto a los chicos que maduran su opción vocacional, vive un grupo de jóvenes inmigrantes del proyecto Buzzetti de la Fundación Proyecto Don Bosco, que se encuentran en fase de inserción social y laboral, tras haber cumplido la mayoría de edad.


Convivencia, oración y celebración de la eucaristía diaria en la que se ha compartido la Palabra de Dios, el tiempo libre y la formación han sido los elementos que han dado cuerpo a estos días de reflexión en torno a la vocación del salesiano consagrado.

 

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