Países pobres a pesar de su riqueza

13 marzo 2015

La región donde me encuentro se desestabiliza más y más. La pobreza estaba ya generalizada pero ahora, además, hay guerra en  República Centroafricana, en el norte de Camerún, y fuertes tensiones sociales en otros países. El problema de siempre: la caja del Estado está vacía. Siempre en el escándalo de vivir en países inmensamente ricos pero habitados por la pobreza y la miseria. Los países estables políticamente y con economías que parecían ir hacia adelante de repente pierden el equilibrio y todo son problemas.

Es cierto que hay problemas internos como la corrupción, la mala gestión o las circunstancias de la economía mundial. Son las razones que desde Occidente siempre se dan para decir que el problema de África es de los africanos porque no saben gobernar sin corrupción ni a favor de los derechos humanos.

No seamos ingenuos. ¿Podemos creer que todos los países pobres son incapaces de gestionar con rectitud sus recursos? ¿Podemos creer que la corrupción en los países de inmensas riquezas viene de la propia condición de sus líderes? ¿Podemos creer que las guerras en ciertas regiones inmensamente ricas están causadas simplemente por causas políticas? Pienso que no se puede ser tan simplista.
 
Desde África se ve fácilmente. Como siempre son las empresas o multinacionales extranjeras las que explotan las grandes riquezas naturales, con precios dictados siempre para la economía mundial, con contratos con ventajas escandalosos para quienes explotan los recursos, con sueldos de miseria en empresas muy rentables. Muchas veces estos intereses son tan grandes que no tienen dificultades para corromper a cualquier precio las autoridades y responsables de países. Y cuando alguien se opone simplemente se desestabiliza un país para cambiar a sus líderes.
 
En el desorden y el caos estas multinacionales explotan recursos en condiciones totalmente injustas.
Desde fuera vemos guerras y corrupción … desde dentro se ven marchar las riquezas en favor de quien es capaz de poner un presidente o un amigo delante. Y todo el mundo lo sabe, y todo el mundo lo ve, pero es mejor siempre echarle la culpa a los demás: «no saben vivir en paz», «son incapaces de gobernar» … Es mejor culpar al débil y pobre de su desgracia. Viendo tanta miseria en África duele escuchar el cinismo y peor aún ver tanto sufrimiento injusto … ¿El mundo hará algún día una conversión?
 
 

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