Misiones Salesianas participa en las jornadas ’Nos movemos por África’

11 junio 2015

El martes 9 de junio, Misiones Salesianas participó en la XI edición de las Jornadas Solidarias ‘Nos movemos por África’ en Barañáin, con la proyección de los documentales ‘Yo no soy bruja’ y ‘No estoy en venta’. Entre el pasado miércoles y hasta el día 12, diversas actividades organizadas por la ONG Napukenda Africa trasladan la realidad del continente africano a la localidad navarra.

Ambos cortometrajes han sido dirigidos por Raúl de la Fuente, Premio Goya al Mejor Documental en 2014 por Minerita, y nos acercan dos realidades de África donde los derechos de los niños y niñas han sido vulnerados. Tras su proyección se celebrará una mesa redonda sobre las problemáticas que aborda.

‘Yo no soy bruja’ representa un instrumento para dar a conocer una realidad desconocida pero que va en aumento algunas regiones africanas; la de los niños y niñas que son acusados de brujería. Niños más inquietos o inteligentes, discapacitados, niños con alguna enfermedad… son acusados de ser brujos. Georgette es una de esas niñas que hoy vive en el hogar Don Bosco de los misioneros salesianos en Kara (Togo). Su madrastra le metió las manos en agua hirviendo. “Si no pasaba nada es que era bruja, pero pasó y mis manos están marcadas de por vida”, explica la joven.

‘No estoy en venta’ presenta en primera persona las historias de Rachidi y Jules. Dos niños benineses que fueron vendidos. Ambos cuentan cómo fueron explotados y maltratados. Además, se presenta el trabajo que los misioneros salesianos realizan para recuperar a los niños y niñas traficados y cómo desde Misiones Salesianas nos enfrentamos activamente a este problema.

Explotaciones agrícolas, minas, prostitución, venta ambulante, esclavitud doméstica… son algunos de los destinos de los niños, niñas y jóvenes víctimas de trata. “Desgraciadamente hemos recibido menores que han sido vendidos por unos 30€”, explica Juan José Gómez, misionero español director del Centro de Acogida de Menores en Porto Novo (Benín), donde hoy tienen su hogar 30 niños traficados.

Misiones Salesianas se enfrenta cada día a estas situaciones porque quiere que estos niños y niñas que han pasado por estos sufrimientos vuelvan a sonreír y recobren la autoestima y las ganas de vivir.

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