Más de 200 participantes en el Fin de Semana Formativo del Movimiento Juvenil Salesiano

10 abril 2019

El 6 y 7 de abril ha tenido lugar en Salesians Terrassa, el Fin de Semana Formativo del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS). Dos días llenos de aprendizajes, encuentros, actividades y reflexiones que han permitido crecer a todos sus participantes. Un total de 165 educadores/as, 25 formadores/as y 11 personas del equipo 0 lo han hecho posible.

Detrás de este gran reto formativo se encuentra el impulso organizativo de la Federación de Centros Juveniles Don Bosco de Catalunya (FCJDBC), formado por los centros juveniles de salesianos y salesianas.
 
 
La fuerza y el valor del voluntariado.
 
Cada año, actividades como ésta demuestran el poder del voluntariado, tanto para los que lo reciben como para los que lo llevan a cabo. Así lo expresa Marc Florit, del Centro Juvenil Martí- Codolar, cuando habla de “todo lo que he aprendido” y de las ganas que se transmiten para “incorporarlo en nuestro Esplai y que los usuarios, niños, niñas y jóvenes, puedan llevarse parte de lo que hemos aprendido en las formaciones”.
 
Y eso es lo que transmite este encuentro: ganas de aportar un granito de arena a cada uno de los centros, jóvenes que dedican tiempo y esfuerzo a mejorar en la tarea del monitor, animador o director, etc. Todos con un mismo objetivo: ayudar y educar a todos esos niños, niñas y jóvenes que participan cada tarde en los Esplais de la familia salesiana, en grupos de fe, etc.
 
 
La importancia de los aprendizajes integrales para acompañar a los niños, niñas y jóvenes.
 
Álex Redondo, educador del Centro Juvenil Preju Sarau de Terrassa, tiene claro que el formarse no sólo le va a ayudar a crecer como monitor, sino a mejorar calidad educativa de su Centro Juvenil. ”Es importante aprovechar estas formaciones y comprometernos a llevar lo aprendido a la práctica, de este modo conseguiremos que el esfuerzo formativo sea de la máxima utilidad”.
 
El proceso formativo continuo incluye una variedad de conocimientos muy adaptado a la necesidad de su actividad: desde aprender a preparar macro-actividades o juegos de noche, pasando por conocimientos básicos de bases de datos o financiamientos para los centros juveniles, maneras alternativas de educar en valores, las bases de la educación de Don Bosco, cosas a tener en cuenta en la alimentación de los usuarios o conceptos importantes como la justicia, entre otros aspectos.
 
 
La motivación de aprender fundamental para avanzar.
 
Todos los talleres propuestos responden a unas necesidades básicas para los voluntarios, y buscan que éstos puedan aprender y crecer en aquello que prefieran, tal como expresa Myriam Navarro, educadora del Centro Juvenil Don Bosco Navas, en Barcelona. “Cada vez es una oferta más variada, más completa y que, al mismo tiempo, atiende a nuestras necesidades”, afirma Myriam.
 
“En lo vivido por la mayoría de participantes queda patente las ganas de crecer, de ayudar a los jóvenes y de creer en el proyecto de Don Bosco” añade Myriam, que además de participar como educadora, ha sido formadora en uno de los talleres. “Como formadora destacaría las ganas que los jóvenes tienen de aprender, descubrir cosas nuevas y mejorar su tarea como monitores o animadores de grupos de fe” explica. “Y todo esto, al fin y al cabo, es lo que nos caracteriza y nos hace tener cada vez más ganas de seguir”, concluye.
 
 
Regresar a casa con una maleta llena de ilusión, ideas y conocimientos para transmitir.
 
Paula García, del MJS Sarrià, explica que de esta experiencia formativa “me llevo nuevos conocimientos para aplicar a mi centro, pero también me recuerda el tipo de educadores que somos, los valores que nos forman y todo aquello que podemos compartir con los jóvenes. Siempre va bien conocer otras modalidades o variaciones que te hacen salir de tu zona de confort”. 

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