La Fundación Don Bosco, 20 años al servicio de la juventud más vulnerable

26 octubre 2018

El 26 de octubre es una fiesta marcada con mayúsculas en el calendario de la Fundación Don Bosco. Acumula en su haber 20 cumpleaños que son testigos en Andalucía, Extremadura y Canarias del trabajo de esta entidad salesiana en favor de los jóvenes más vulnerables. No en vano, a fuerza de creatividad y compromiso, reinventa fórmulas de atención para que ninguno quede excluido.

Desde la fundación, explica Ignacio Vázquez, su Director General, «se vive este aniversario como una oportunidad para la actualización e innovación en las respuestas de inserción que ofrecemos. Así mismo, queremos poner el foco de atención de la sociedad y de las administraciones en aquellos jóvenes que no encajan en el sistema educativo, pero que también merecen una oportunidad». Muestra de ello son las Escuelas de Segunda Oportunidad que actualmente se están certificando en todos los territorios.

La Fundación Don Bosco trabaja para que ningún joven que se encuentre en riesgo de exclusión social quede sin atender. Cuenta, para ello, con un equipo formado por más de 400 personas que se ocupan anualmente de entorno a 20.000 destinatarios. Gestiona casas para menores, pisos para jóvenes extutelados, programas de inserción sociolaboral, múltiples recursos socioeducativos, cocinas familiares comunitarias… Una respuesta integral a las múltiples necesidades de las personas a las que debe su misión.

La formación y el empleo son dos de las respuestas que la fundación da a los grandes problemas de la juventud y la población en situación de vulnerabilidad. Indica Ignacio Vázquez que, «aunque la situación laboral está mejorando, la entidad favorece las oportunidades y expectativas laborales de personas que no las tendrían si no fuesen acompañadas a las empresas con entidades como la Fundación Don Bosco». Para ello, detalla el director, preparan a las personas candidatas en función del perfil que demanda el tejido empresarial, consiguiendo con ello muy buenos resultados de inserción laboral y canalizando el compromiso social de las empresas. Establecen un puente entre las necesidades de las empresas y los apoyos que requieren las personas, al mismo tiempo que ofrecen un acompañamiento continuado a ambas partes. En 2017 la fundación logró la inserción laboral de más de 3.300 personas.

La entidad trabaja a nivel residencial atendiendo a menores de protección que viven en casas de acogida. «Velamos para que tengan una vida lo más normalizada posible y que esa etapa sea similar a la de cualquier niño o niña de su edad», explica Ignacio Vázquez. Al alcanzar la mayoría de edad, muchos se ven abocados a la calle al no contar con redes de apoyo, por lo que la fundación ofrece pisos de acogida y acciones de acompañamiento personalizadas y adaptadas a cada caso.

Estos 20 años no pesan en la Fundación Don Bosco. Atesoran mucha ilusión por seguir mejorando la situación de todas las personas que llaman sus puertas. «Ojalá llegue el día que tengamos que celebrar que nuestra fundación logró sus objetivos y ya no es necesaria», recalca el director.
 
 

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