Desde hace 6 años director del Centro Don Bosco Ngangi, de Goma, en uno de los contextos más conflictivos del mundo, por desastres naturales y las guerras; en los 40 años anteriores, misionero en Lubumbashi, siempre en la República Democrática del Congo: el P. Piero Gavioli es un misionero salesiano con un currículo misionero muy largo, que ha gastado y gasta voluntariamente su vida con y para los pobres. He aquí cómo cuenta su experiencia en Goma.
¿Cuál es la situación actual en el Nord Kivu? Recientemente se informó sobre nuevas violencias, secuestros ..
No estoy desde hace un mes en R.D. del Congo y lo que sé lo he leído de algunas agencias sobre algunas detenciones de activistas. Pero puedo decir que, lamentablemente, estos eventos son una cosa "endémica". Goma fue liberada en el 2013 de los grupos rebeldes, pero estos están todavía en Nord Kivu, en el bosque, la región no está todavía completamente pacificada.
En su opinión, ¿qué se debe hacer para resolver el problema de los continuos enfrentamientos?
Fomentar el desarrollo y el trabajo. Los chicos que se dedican a las milicias lo hacen porque no tienen futuro, ni trabajo, ni oportunidades. Los Obispos de Kivu han definido el estado "vicioso", que no se preocupa de los intereses del pueblo, solo de los propios. Kivu es una región muy rica, pero los beneficios no llegan a la población. Si se favorece el trabajo, no habría ninguna razón para ir a la guerra. Excepto tal vez, por los intereses de las multinacionales.
Frente a estas realidades, ¿ se corre el riesgo de sentirse aislados, como una "Catedral el desierto"?
Nosotros creemos que la educación es la mejor manera de ayudar a los jóvenes a desarrollarse y para luego encontrar un trabajo. Teniendo en cuenta el contexto social, tratamos de formarlos para que tengan iniciativas empresariales. Realizamos cursos cortos para peluqueros, carpinteros… con los cuales los jóvenes puedan iniciar un negocio casi de inmediato y vivir con dignidad. Y luego,no nos sentimos aislados, estamos en relación con muchas otras ONG, que nos aprecian y nos ayudan.
¿Qué aprendizaje ha recibido en su experiencia en Goma?
Debo decir que cuando Papa Francisco empezó a decir que la Iglesia debe estar cerca de los últimos, dejar las puertas abiertas… he encontrado una confirmación de lo que he tratado de vivir. Creo que fue este el estímulo más importante de estos últimos años. Fui ordenado sacerdote cuando ya estaba en África y una de las razones fue este. Sabía que no podía resolver todos los problemas de la gente y para mí ser sacerdote también significaba poder ofrecer, en la misa, todo el sufrimiento de los que estaban a mi lado. Fui a África para vivir cerca de los pobres y siempre he podido hacerlo. Por ello agradezco a Dios.