El Papa se reúne en Quito con el mundo de la enseñanza y de la Vida Religiosa

9 julio 2015

En la conclusión de su visita a Ecuador, antes de partir hacia Bolivia, el Papa Francisco tuvo dos encuentros, uno con el mundo de la cultura y la educación y otro con los religiosos del país. En el primero afirmó que “Educar es dar amor, es dar vida”; y en el segundo pidió a todos que hagan visible la gratuidad de Dios, “todos los días hagan ese camino de retorno hacia la gratuidad con que Dios los eligió”.


El salesiano Alfredo Espinoza Mateus, Obispo de Loja, Presidente de la Comisión Episcopal de Educación y Cultura, dio la bienvenida en representación de todos los sacerdotes y laicos que forman parte del sector educativo del país. Y dijo: "Como Iglesia no podemos dejar de educar y evangelizar, ese es nuestro compromiso para construir un mejor país". Recalcó también lo dicho por el Santo Padre sobre la educación: “Educar es dar amor, es dar vida”.


El Papa Francisco en su discurso resaltó que “Jesús no buscaba ‘doctorear’ sino llegar al corazón del hombre para que dé frutos… en la comparación con la parábola del sembrador nos invita a cultivar, sembrar y cuidar la tierra. Una va de la mano de la otra… estamos invitados a cuidarla, protegerla, custodiarla. Hoy esta invitación se nos impone a la fuerza, ya no como una mera recomendación, sino como una exigencia que nace por el daño que provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en la tierra; hemos crecido pensando tan solo que debíamos cultivar, que éramos sus propietarios y dominadores”.


Por otro lado, con los Religiosos, el Papa fue enfático al decir que toda la vida de los religiosos, religiosas y obispos tiene que volver a la gratuidad. “Somos objeto de gratitud de Dios, si olvidamos esto lentamente nos vamos haciendo importantes. Así lentamente nos vamos apartando de la gratuidad de Dios”.


El Papa Francisco también les pidió que cuiden su salud, sobre todo que cuiden de caer en una enfermedad que es peligrosa, “no caigan en el Alzheimer espiritual, no pierdan la memoria, sobre todo la memoria de dónde los sacaron”.


En este sentido, les recordó aquel consejo que dice: “No te olvides de la fe que tenía tu abuela y tu madre”. Es decir, no te olvides de tus valores, no te sientas promovido. La gratuidad es una gracia que no puede convivir con la promoción.


En conclusión, el Papa Francisco les dijo a sus hermanos y hermanas que no olviden dos principios que deben seguir todos los días: primero: renovar a diario la gratitud de su elección y segundo: no perder la memoria y evitar el sentirse importantes.


El Santo Padre se despidió de sus hermanos y hermanas pidiendo que oren por él, ya que también corre el peligro de caer en el Alzheimer espiritual.

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