En el teatro “Rafael Moreno”, ubicado en el Colegio Salesiano de Málaga y durante dos horas los asistentes pudieron disfrutar el pasado 17 de marzo de una tarde llena de variedad, datos interesantes y anécdotas que acercaron a la interesante figura de don José Gálvez Ginachero y a su relación con la casa salesiana de Málaga.
El acto contó con un público variado entre el que se encontraban Mirenchu de Haya Gálvez, nieta de don José Gálvez, así como representantes de los distintos grupos de la familia salesiana de Málaga (profesorado, cooperadores, antiguos alumnos, centro juvenil, etc.).
Tras la presentación del acto por parte de Miguel Ángel García y unas primeras palabras del director titular, Juan Baena, se proyectó un audiovisual que mostraba la evolución de los talleres de formación profesional desde sus inicios hasta la actualidad.
La primera ponencia, titulada “José Gálvez Ginachero: una vida dedicada a los más desfavorecidos”, estuvo a cargo de Francisco García Villalobos, postulador de la causa de beatificación de don José Gálvez y gran conocedor de su figura. Francisco adentró en el perfil humano de este gran hombre y en “sus secretos”, basados en una vida extremadamente ordenada y unos objetivos y valores claramente definidos. También invitó a reflexionar sobre qué significa ser santo.
Al finalizar su intervención se proyectó un segundo audiovisual que ilustraba la relación de Gálvez Ginachero con los salesianos en Málaga. Prosiguió el acto con una segunda ponencia, “Pinceladas y estampas: perfil salesiano de D. José Gálvez Ginachero”, a cargo del salesiano Pedro Ruz Delgado. Como buen historiador, Pedro Ruz regaló un sinfín de detalles y anécdotas, que no dejaron lugar a dudas sobre la estrecha relación del doctor Gálvez con la casa salesiana de Málaga.
A continuación, tuvo lugar una actuación musical en la que dos alumnos del centro, Nazariy Annyuk y Andrea Arias, que simultanean los estudios de bachillerato de ciencias con 6º curso de Grado Profesional del conservatorio de música, interpretaron una preciosa sonata para violín y piano compuesta por Nazariy.
El cierre del acto estuvo a cargo de Antonio Gil Prieto, director de la obra salesiana de Málaga, quien agradeció a todos los presentes su asistencia e invitó a seguir los pasos de soñadores como San Juan Bosco o José Gálvez Ginachero quienes, además de soñar, hicieron de su vida un vehículo para hacer realidad esos sueños.