Sergi Moreno, próximo salesiano profeso: «Sientes que necesitas más hasta que decides darlo todo»

23 septiembre 2016

De Sarrià en la Mina en tan sólo 16 años, y de voluntario de centro juvenil a religioso salesiano. Este podría ser el titular del proceso vocacional de Sergi Moreno, pero como en todo proceso, ha contado con diferentes fases, pasando por el reposo, la maduración, la cocción y la finalización. El resultado tendrá lugar, este próximo sábado 24 de septiembre, en la iglesia de los salesianos de Rocafort de Barcelona donde Sergi realizará su profesión solemne como salesiano.

Este barcelonés de 33 años ha estado vinculado desde adolescente a los salesianos. Estudiante en la escuela que los religiosos tienen en Sarrià, hacía también de voluntario de catequesis de primera comunión en la parroquia de la escuela y al mismo tiempo lo compaginaba con el voluntariado de centro juvenil en el centro juvenil Martí-Codolar, cerca del barrio del Carmel, donde los salesianos tienen presencia. También participaba en un grupo de fe en la escuela, "animado por Rafa Gasol", un lugar de referencia donde intentaba encontrar sentido a su vida.
 
El gusano de la vida religiosa dentro
 
Con veinte años le proponen hacer una pequeña experiencia de vida comunitaria en Martí-Codolar y él acepta, "para probar que era". Aunque su grupo de fe estaba en Sarrià, en aquel tiempo se vincula a la comunidad cristiana de "Martico", como la llaman con cariño los que han pasado. "Participaba de los retiros de los monitores, de las oraciones, de las Eucaristías de los sábados, ¡hacía media vida allí!", Recuerda.
 
Por cambios de proyectos termina yendo a la comunidad cristiana de Meridiana, en Navas, donde los salesianos llevan la parroquia San Juan Bosco. Allí el proceso vocacional se para, pero se le queda el gusano de la opción religiosa dentro. "Mi vida estaba en otro lugar", confiesa, "estudiaba Química en la universidad, hacía voluntariado, pero aquello quedaba dentro".
 
En medio de unos campamentos se da cuenta plenamente que debe comenzar un nuevo camino. "Sientes llamadas a lo largo de tu vida, vas haciendo lectura creyente y ves poco a poco que tu sitio está aquí". Moreno expresa simbólicamente su elección: "Sientes que cada vez necesitas más hasta que decides darlo todo". Su llamada era clara, había que dejarlo todo e implicarse en la acción educativa, en este caso desde los salesianos: "Evangelizando educando, encontrando a Dios en los jóvenes".

Su entorno tarda en asimilar su elección. "Mis padres quedaron perplejos; lo veían venir porque cada vez pasaba más y más tiempo con los salesianos, pero nadie está preparado para escuchar del hijo mayor: me voy para ser fraile". Su círculo de seguridad, los amigos de toda la vida "lo vieron como la opción más natural para mí".
 
Un proceso vocacional intenso
 
Inicia, pues, un proceso que durará 9 años y que tendrá su celebración el sábado. Pasa dos años de postulantado en los salesianos de Rocafort en Barcelona, ??"una casa desconocida", y posteriormente hace el noviciado en el seminario de los salesianos en Granada. Allí, en agosto de 2010, realiza su profesión temporal, la primera como salesiano.
 
Finalizado el año, lo envían a Burgos para estudiar Filosofía, pero la casa cierra y termina volviendo a Cataluña donde termina los estudios en la Facultad de Teología. Lo destinan a Ciudad Meridiana, donde comienza a trabajar en la Plataforma de Educación Social que los salesianos tienen en Torre Baró.

Posteriormente está tres años más en Sant Boi de Llobregat y Sant Vicenç dels Horts. Una comunidad pero dos casas. Allí combina el trabajo de profesor en Sant Vicenç con las tareas pastorales en Sant Boi. Es por esa época cuando le piden asumir la coordinación de los Centros Juveniles de la antigua Inspectoría de Barcelona. "Acompañar a los equipos de monitores, hacerme presente y hacer un seguimiento personal".
 
Desde este septiembre de 2016 vive en la Mina, donde es el titular de la Plataforma de Educación Social de los salesianos. Vive en un piso del edificio Venus, con cuatro salesianos más.
 
La vida religiosa, envejecida
 
Pero, ¿por qué hacerse religioso y no un laico comprometido ?, le preguntamos, "una pregunta que me he de responder yo mismo cada día", afirma. "A veces te entran las dudas, pero no es lo mismo". Y aunque no es una opción fácil hoy en día, "siempre hay algo que hace que te quedes". La congregación salesiana en Cataluña hace bastantes años que no celebra ninguna nueva profesión.
 
El salto generacional es una evidencia que se extrapola a múltiples congregaciones y órdenes religiosas. ¿Da miedo a los jóvenes religiosos esta diferencia? A Sergi Moreno no. "A pesar de que algún hermano mayor te puede tocar las narices, también hay otros que son hombres santos con una experiencia de Dios muy bonita que te hacen ver que esto tiene sentido".
 
A pesar de las dificultades, Moreno explica que "uno mismo va haciendo experiencia de Dios y te encuentras acogido y acompañado". Afirma que siente que hay algo que le cuida, "dile María Auxiliadora o gracia de Dios". Y es que vivir en comunidad "es como vivir en familia".
 
A este joven salesiano la vida de Don Bosco le enganchó. "Me he visto muy identificado, muy reflejado a menudo como educador en cosas de las memorias del oratorio; he hecho experiencia a partir de los encuentros educativos con los jóvenes, y esto lo he encontrado en los salesianos", apunta. Ahora bien, es consciente de que no todos los jóvenes hacen su elección. ¿Cómo hacer más atractiva la pastoral vocacional para llegar a los jóvenes ?, le preguntamos.
 
"Aquí está el quid de la cuestión. Hay que repensar cómo vivimos la vida de comunidad. ¿Los jóvenes de hoy se sentirían atraídos por nuestra vida de comunidad?" Ciertas realidades de frontera llaman mucho la atención, se ve mucho más significativa allí la presencia de un religioso, en cambio en otros lugares cuesta más de ver.
 
"Creo que debería haber un cambio en la manera de vivir la vida religiosa para que realmente sea más atractiva. Lo más vital es que el religioso esté centrado en Dios y deje de lado su ego, seremos más vocacionales y esto implica transmitir la alegría de vivir este seguimiento ".
 
Volver a los orígenes para ser fieles

A pesar de la juventud y el aterrizaje novel dentro de la congregación, Moreno tiene unos principios claros de cómo ser fieles hoy al carisma de Bosco: "Volviendo a los orígenes, volver al origen carismático, volver a aquel Valdocco, a aquel Don Bosco de los orígenes ". Esto, explica, implica "no quedarse cogido por grandes estructuras, por grandes escuelas, y ser salesiano y religioso en lugares significativos, en barrios marginales como era Valdocco, volver a los pobres".
 
Reconoce que en las escuelas ya se hace mucho trabajo, pero mira más allá y propone "recuperar esa creatividad que Don Bosco tenía para adaptarse a las nuevas necesidades de los chicos y las nuevas pobrezas".
 
Y ahora, a largo plazo, ¿cómo afrontas tu futuro? ¿Qué retos te planteas como salesiano? "No me planteo nada, si te soy sincero. Resto siempre atento y estoy abierto a las propuestas".
 
Confiesa que no se esperaba ciertas responsabilidades que se le han dado. "¿De titular yo en la Mina? Si me gustaría antes crecer como educador", dije. "No me marco metas. Me gusta trabajar sencillamente, con la gente, y lo que Dios quiera será!".

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