Salesianos Zaragoza pone en marcha la iniciativa solidaria FamilyBooth

8 abril 2021

El 25 de marzo alumnos de Salesianos Zaragoza finalizaron la instalación de la iniciativa solidaria ‘Family Booth’. El proyecto fue presentado en la XXXIV edición del Premio Nacional Don Bosco de Investigación e Innovación Tecnológica, quedando finalista en la categoría de Tecnologías Industriales.

La idea original y su desarrollo ha corrido a cargo de Sofía Bascuas, Roque Fernández y Andrés Yubero, alumnos de segundo de Bachillerato, tutorizados por su profesora Natalia González. Sensibilizados por la actual realidad que están viviendo muchas personas mayores que no pueden recibir el apoyo de sus seres queridos han dedicado tiempo a sus estudios y su vida personal para ayudar a nuestros ancianos en su día a día. Su primer contacto con la Residencia La Romareda, cercana al colegio, fue en noviembre. Una de sus trabajadoras nos contaba por teléfono la terrible situación de aislamiento que sus residentes estaban viviendo.

Los tres forman parte activa del programa Mind Revolution que pone en contacto a los alumnos participantes con empresas aragonesas.  A una de ellas, Inycom, pidieron colaboración para llevarlo a cabo. Esta empresa les ha proporcionado los materiales para la construcción del prototipo, además del apoyo y acompañamiento necesarios durante la realización del mismo.

Después de muchas horas invertidas y de una larga espera, por la imposibilidad de entrar en la residencia, ha sido posible comprobar, con gran éxito, el buen funcionamiento y utilidad del Family Booth, la cabina familiar. “Fue un momento muy emotivo que los jóvenes llevarán siempre en su recuerdo y que concluye una iniciativa de gran relevancia social”. 

FamilyBooth

Desde el comienzo de la pandemia, y debido al aislamiento social que se ha instalado en todos los ámbitos de nuestra sociedad, las comunicaciones por videoconferencia han aumentado de forma exponencial.  Prácticamente todas las empresas e instituciones las han integrado diariamente en sus líneas de trabajo. También las familias y los amigos han usado diferentes plataformas para comunicarse y poder verse al menos virtualmente. En este escenario, las personas más afectadas y perjudicadas por la crisis sanitaria, han sido nuestros ancianos. Por un lado, son tecnológicamente más débiles, su destreza con las nuevas tecnologías es ínfima y la mayoría no sabe utilizar las plataformas de comunicación «visual», no siendo capaces de reconocer a sus seres queridos a través de la pantalla. Por otro, ha sido la población más aislada este último año, ya que han tenido que ser más cuidadosos con la enfermedad, debido a su edad.

Este proyecto solidario nace del deseo de ofrecer una forma de comunicación sencilla, cercana, privada y fácil de utilizar. El usuario se siente seguro «dentro» de la cabina de teléfono. Para las personas mayores representa un recuerdo de su infancia, ofrece un marco de comunicación reconocido, da seguridad y reconforta al usuario.

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