Salesianos por el mundo: “He sentido la obra de Don Bosco a miles de kilómetros de mi pueblo natal”

25 marzo 2020

La Antártida está considerado como el lugar más virgen y remoto del Planeta, siendo el laboratorio paradisiaco para cualquier científico. Soy catedrático de química analítica de la Universidad de Zaragoza y un afortunado al haber podido desarrollar mi investigación en ese entorno.  Al margen de los agradecimientos al Ministerio de Ciencia e Innovación y de Defensa de España y mis compañeros de expedición quiero dedicar este artículo a la Memoria de mis padres Domingo y Antonia, padres con una gran devoción a María Auxiliadora y a San Juan Bosco. Siempre recordaré la frase que nos decía mi madre: “todo lo ha hecho Ella, como decía San Juan Bosco” esa frase le marcó mucho a mi madre y siempre nos la recordaba. Nuestros padres hicieron un gran esfuerzo para darnos unos estudios superiores, sin ese esfuerzo no estaría escribiendo este artículo. Mi madre siempre se sentía orgullosa de que tanto mi hermano Pepe Domingo, sacerdote salesiano,  como yo habíamos llegado muy lejos pero siempre se lo agradecía a San Juan Bosco y a María Auxiliadora con la frase:  “Todo lo ha hecho Ella”. 

Mi viaje a la Antártida comenzó el pasado 29 de diciembre desde Zaragoza y con destino a Ushuaia (Argentina), donde llegué una calurosa mañana de Fin de Año, curioso, al lugar conocido como Fin del Mundo. Ushuaia es una región situada en la Provincia de Tierra del Fuego y antesala a la Antártida. En Ushuaia estuve tres días antes de embarcar en el Buque de Investigación Oceanográfica, Hespérides con rumbo a Isla Decepción para desarrollar mi trabajo científico. 

En Ushuaia sentí el ambiente salesiano por todos los rincones y comprobé la obra de Don Bosco en ese lugar. Paseando me encontré con el Colegio de los Salesianos, era una tarde de 31 de diciembre y el colegio en vacaciones de verano, pero el colegio estaba abierto y tuve la ocasión de saludar al Padre Fabián, que estaba con unos estudiantes en la parroquia, que me invitaron a conocer las instalaciones y a tomar un mate. Pude ser testigo de la obra de Don Bosco dedicada a acompañar y formar a los jóvenes en la Fe con el carisma Salesiano.
 
Embarco en el buque Hespérides el 2 de enero y llego en la madrugada del día de Reyes, después de atravesar el mar de Hoces o el paso del Drake, a la Base Antártica Española (BAE) Gabriel de Castilla. Después de dejar mi equipaje me acerqué a la zona de vida de la Base y en una estantería me encontré con una figura de San Juan Bosco, presidiendo toda la sala, sentí una gran emoción. San Juan Bosco es el patrón de los especialistas del ejército de Tierra.

Terminado mi trabajo el 29 de enero en la Base Gabriel de Castilla inicié regreso a España con rumbo en primer lugar a la Isla Rey Jorge para tomar un vuelo con destino a Punta Arenas (Chile). 

Punta Arenas es una ciudad próxima al punto más meridional de la Patagonia chilena, en el estrecho de Magallanes, donde se unen los océanos Atlántico y Pacífico. Nada más llegar a Punta Arenas y dejar mi maleta en el hotel los Navegantes de Punta Arenas, salgo a pasear y me encuentro con la plazoleta de María Auxiliadora y con uno de los cuatro colegios que tiene Punta Arenas de educación salesiana.

Me quedé impresionado pero lo mejor faltaba por llegar, al tomar un autobús urbano para dar una vuelta por la ciudad, me topé con el Santuario de María Auxiliadora, edificio de tono grisáceo que posee en lo más alto una imagen de la Santísima Virgen, protectora de la ciudad. La construcción de este santuario se inicio el año 1911, por solicitud de Monseñor José Fagnano y se terminó de erigir el año 1928. Su interior cuenta con una nave principal y dos laterales, con un altar donde se aprecia un Cristo crucificado y sobre éste, la imagen de María  Auxiliadora. En sus paredes laterales se aprecian hermosos vitrales y figuras religiosas, entre las cuales se destaca la figura de Don Bosco. Dentro del santuario existe una reliquia religiosa: una pequeña piedra de color negro traída desde la gruta de Lourdes en  Francia. En abril de 1987, el Santo Padre, Juan Pablo II, en su visita a Punta Arenas, coronó la imagen de la Virgen  María Auxiliadora del templo como signo de paz y concordia. 
 
 

 
Para concluir quiero remarcar que, es cierto que he llegado lejos, que he sentido la obra de Don Bosco a miles de kilómetros desde mi pueblo natal, Poleñino (Huesca) y que me uno a la frase: “Todo lo ha hecho Ella”, pero es justo decir mediante este artículo a mis padres, que estarán seguro al lado de San Juan Bosco: muchas gracias por habernos educado en el mensaje de Don Bosco y por su sacrificio y amor que me ha permitido llegar tan lejos.
 
 
 
 

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