ESTUDIO DE LA PALABRA| CICLO C – XXX DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

17 octubre 2022

Propuesta de Lectio Divina personal (o en grupo)

XXX Domingo de tiempo Ordinario Ciclo C (Lc 18,9-14)

 

 

ORACIÓN

Envía sobre nosotros, Señor, tu Espíritu Santo:

que disponga nuestro corazón para escuchar tu Palabra;

que nos conceda encontrarte en ella;

y que haga que esta Palabra se convierta en vida en nuestras personas.

(B) PASOS PARA LA MEDITACIÓN

  1. LEE…

¿Qué dice el texto?

Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.

Texto (Lc 18,9-14)

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.  El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador”. Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Comentarios:

La estructura del evangelio de hoy es igual que la del domingo pasado: tras el encabezamiento introductorio (v. 9), el evangelio tiene dos partes principales:

  1. a) La parábola que presenta los personajes del fariseo y el publicano, con sus respectivas intervenciones en el templo (vv. 10-13);
  2. b) la aplicación de Jesús, la enseñanza que extrae de la parábola (v. 14). También aquí, siguiendo su estilo personal, Jesús contrapone el ejemplo de un personaje negativo que finalmente acaba justificado por Dios (el publicano) con el de un personaje positivo que, paradójicamente, queda deslegitimado (el fariseo). Destacan los términos referidos a justicia y oración. ¿Quién es justo para Dios? ¿Quién es justificado por él? Y el texto nos empuja a mirar dentro de nosotros, para centrarnos no tanto en los actos, sino en las actitudes. Y para no creernos, nunca, superiores a nadie y con méritos ante Dios.
  1. MEDITA…

¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Sugerencias:

“El “hombre de Dios” no es el que ve los pecados ajenos, sino los propios”

“El reconocimiento del propio pecado y la necesidad de la mirada compasiva de Dios, nos lleva a la modestia espiritual”

  • “Enséñame a orar “
  • “Pon tu mirada en mi”
  1. CONTEMPLA Y REZA…

¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Sugerencias:

Señor,

aleja el orgullo que nos hace creernos

mejores y despreciar a los demás.

Damos un corazón humilde.

  1. ACTÚA…

¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

  1. COMPARTE…

Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.

  1. DA GRACIAS…

Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.

 

Gracias, Padre, por lo que me has revelado con esta Palabra,

Ayúdame a progresar en el conocimiento de tu Hijo Jesús

y hazme dócil a la acción del Espíritu en mi vida.

 

Fuente (Oración): Evangelio al dia Ed. CCS

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