ESTUDIO DE LA PALABRA| CICLO C – XXII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

22 agosto 2022

Propuesta de Lectio Divina personal (o en grupo)

XXII Domingo de tiempo Ordinario Ciclo C (Lc 14, 1. 7-14)

 

 

ORACIÓN

Envía sobre nosotros, Señor, tu Espíritu Santo:

que disponga nuestro corazón para escuchar tu Palabra;

que nos conceda encontrarte en ella;

y que haga que esta Palabra se convierta en vida en nuestras personas.

(B) PASOS PARA LA MEDITACIÓN 

  1. LEE…

¿Qué dice el texto?

Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.

Texto (Lc 14, 1. 7-14)

Sucedió que un sábado fue Jesús a comer a casa de un jefe fariseo, y otros fariseos le estaban espiando. Normas de comportamiento Al ver Jesús que los invitados escogían los asientos de honor en la mesa, les dio este consejo:

Cuando alguien te invite a una fiesta de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que llegue otro invitado más importante que tú, y el que os invitó a los dos venga a decirte: ‘Deja tu sitio a este otro.’ Entonces tendrás que ir con vergüenza a ocupar el último asiento. Al contrario, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó te diga: ‘Amigo, pásate a este sitio de más categoría.’ Así quedarás muy bien delante de los que están sentados contigo a la mesa. Porque el que a sí mismo se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido. Dijo también al hombre que le había invitado:

Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, a tus hermanos, a tus parientes o a tus vecinos ricos; porque ellos a su vez te invitarán, y quedarás así recompensado. Al contrario, cuando des una fiesta, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos; así serás feliz, porque ellos no te pueden pagar, pero tú recibirás tu recompensa cuando los justos resuciten.

Comentarios:

El marco de la comida sirve perfectamente de pretexto para pronunciar estas dos parábolas en las que indirectamente hay un ataque contra los fariseos, a los que Jesús ya ha acusado de una actuación similar (Lc 11, 43). Es verdad que ya en el Antiguo Testamento se aconsejaba no ocupar los primeros puestos (Prov 25 6s). Pero lo que allí era una exhortación moral, en la parábola de Jesús adquiere los rasgos de conducta propios de la llegada del reino: quien quiere entrar en él ha de hacerse pequeño, no tener pretensiones de ser justo. La verdadera grandeza es la que tenemos ante Dios. Él asignará a cada uno los puestos en el banquete escatológico del reino. Es bueno subrayar aquí el carácter subversivo, con respecto a las creencias judías, de la propuesta que Jesús hace en la segunda parábola. Hay que invitar a los ciegos y lisiados, los cuales tenían prohibida la entrada en el templo (2 Sm 5 8) por considerar que lo profanaban (Lv 21 18-23). Frente al orgullo y el interés personal, Jesús proclama que la humildad es uno de los valores del reino, al igual que la generosidad con los pobres, que tiene que tener como trasfondo el desinterés del que da a sabiendas de que muchas veces no será correspondido. Este banquete de Jesús se convierte así, para la comunidad de Lucas, en prototipo del comportamiento de los que han comprometido su vida por el reino.

  1. MEDITA…

¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Sugerencias:

Los pequeños y menesterosos de este mundo nos «revelan» los secretos de la grandeza, nos otorgan la entrada en el banquete, nos acogen en la «comida de comunión

Hemos de convencernos de que «la entrada por la puerta» es un asunto de amor, un asunto de relación, de amistad personal sostenida con el afecto

  • “¡Dichoso tú sino pueden pagarte!”
  • “¡Amigo, sube más arriba!”
  1. CONTEMPLA Y REZA…

¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Sugerencias:

¡Qué observador fuiste, Señor, y que oportuno!

Advertiste, la conducta, tan humana, de huéspedes

y hospedero contrastándola con la de tu Padre.

Dame tu capacidad de evaluar mi conducta a la luz

de la actuación de Dios.

  1. ACTÚA…

¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

  1. COMPARTE…

Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.

  1. DA GRACIAS…

Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.

Ven, Espíritu Santo,

ilumina mi corazón para que pueda entender la Palabra,

conocer más a Jesús

y hacer que en mi vida camine con criterios evangélicos.

 

Fuente Oración: Evangelio al dia 2022 Ed. CCS

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