ESTUDIO DE LA PALABRA| CICLO A – NAVIDAD DEL SEÑOR

19 diciembre 2022

Propuesta de Lectio Divina personal (o en grupo)

IV Navidad del Señor Ciclo A (Jn 1,1-18)

 

 

ORACIÓN

Envía sobre nosotros, Señor, tu Espíritu Santo:

que disponga nuestro corazón para escuchar tu Palabra;

que nos conceda encontrarte en ella;

y que haga que esta Palabra se convierta en vida en nuestras personas.

(B) PASOS PARA LA MEDITACIÓN

  1. LEE…

¿Qué dice el texto?

Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.

Texto (Jn 1,1-18)

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. El verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo. En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije, el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo». Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Comentarios:

El prólogo del cuarto evangelio es uno de los pasajes más célebres del NT. El símbolo joánico del águila se fundamenta en él. Pero lo más importante es que expresa la principal fe cristológica del cristianismo: la Palabra preexistía a la creación y estaba junto a Dios; la creación se hizo mediante la Palabra; la filiación divina es posible para los creyentes; Jesucristo es la encarnación de Dios, la Palabra hecha carne; él comparte la divinidad con Dios, aun cuando haya adquirido la condición humana totalmente; Jesús es la revelación única, de una vez por todas, de Dios en la historia humana; la perfección del anterior don de la ley a Moisés acontece en y mediante Jesucristo.

Producto de una experiencia que mira con respeto a sus orígenes judíos, el prólogo tiene que comprenderse a la luz de la comprensión tradicional del Dios del Génesis y el Dios del Sinaí. El nexo obvio entre Gn 1 y el comienzo del prólogo establece el escenario. Antes de que hubiera algo, Dios existía. Jn 1,1 afirma que también existía la Palabra. La Palabra que estaba vuelta hacia Dios da a conocer a Dios y esta revelación tiene consecuencias para la creación. Ahora ya es posible llegar a ser hijos de Dios. En los tiempos antiguos él se dio a conocer; reveló su gloria (Ex 19,16-25) mediante el don de la ley en el Sinaí a través de Moisés (Ex 20,2-26). El prólogo afirma que los cristianos tienen acceso a la perfección de este primer don. Pueden ver la. Lectura continuada del evangelio de Juan

  1. MEDITA…

¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Sugerencias:

“Con profunda admiración y alegría, se nos dice que éste recién nacido no es otro que el Hijo de Dios hecho hombre”

“Todos estamos invitados a acercarnos al pesebre, para ver al recién nacido. Su presencia tiene que hacernos reflexionar.”

                 –       “Padre nuestro”

                 –       “Ilumina mi vida”

  1. CONTEMPLA Y REZA…

¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Sugerencias:

Nos has amado tanto que has querido  hacerte uno de nosotros.

Permíteme amarte mucho y parecerme más  a Ti.

  1. ACTÚA…

¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

  1. COMPARTE…

Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.

  1. DA GRACIAS…

Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.

 

Gracias, Padre, por lo que me has revelado con esta Palabra.

Ayúdame a progresar en el conocimiento de tu Hijo, Jesús,

y hazme dócil a la acción del Espíritu en mi vida.

 

Fuente Oración: Evangelio al dia 2021 Ed. CCS

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