“El ambiente es un auténtico regalo que hace que te sientas acogido desde el primer momento y que hay que aprovechar”

30 agosto 2018

Ya han acabado las clases de los cursos del Itinerario de Educación en la Fe (IES) y de monitores. Las de directores también, aunque les quedan 4 días en Navidades para terminar su proceso formativo. La formación organizada por la Federació de Centres Juvenils Don Bosco de Catalunya tuvo lugar del 18 al 28 de agosto y participaron un total de 80 jóvenes procedentes de las casas de salesianos y salesianas de Cataluña y Huesca.

Pero las caras que se ven -incluso ya acabada esta aventura- son de alegría, de estar disfrutando hasta el último momento la experiencia única que se les ha presentado este verano de crecer como personas y como trabajadores alrededor de gente con la que comparten vocación.
 
Este año los cursos tuvieron como hilo conductor “Boscoaventura”, que hacía que todas las horas de formación e incluso las de descanso estuvieran unidas en una única motivación. Y se puede decir incluso que ha simbolizado todo lo que han significado estos cursos para todos los participantes.
 
El carisma de Don Bosco vivido por los participantes
 
El compañerismo y enriquecimiento que se respira ayuda a llevar el curso de una manera muchos más positiva y en eso coinciden participantes tanto del curso de monitores como el de directores o IEF. De hecho, Lorenzo Mur, participante de IEF del CACJ de Huesca coincide con Sergio Diéguez, de Sant Andreu, participante de directores, en que “el ambiente que se vive es un auténtico regalo que hace que te sientas acogido desde el primer momento y que hay que aprovechar”.
 
Pero ya no solo es la experiencia vital que te aporta, tal y como dice Lourdes Expósito, monitora de La Sala: “la convivencia que se fomenta en la Marinada les ha ayudado a enriquecerse como monitores y como personas”. Y es que la diversidad que se encuentra en los diferentes cursos enriquece todavía más lo que se enseña. El hecho de que haya participantes de tantos centros diferentes permite conocer ejemplos y realidades muy variadas y poder aplicar esto al voluntariado que realizan durante el curso.
 
“Aprendes de todo, desde primeros auxilios hasta gestión medioambiental, excursiones, etc. y también lo referente a la educación en la fe”. Así describe a grandes rasgos el curso de monitores Pol Tosca, del Preju Sarau. En estos diez días se pretende que los participantes de éste aprendan las nociones básicas de organización, preparación, planificación y evaluación de las actividades, además de cómo desarrollar y tener nuevas ideas de cara a los cursos futuros: “te dan un montón de actividades que puedes hacer con los chavales y te enseñan a educar a través de los valores salesianos”.
 
Por otra parte, en directores se han tratado contenidos relacionados con la pedagogía del tiempo libre educativo, con el liderazgo, la comunicación y el acompañamiento. Además, son básicos algunos conocimientos de legislación y gestión para el buen funcionamiento de un centro. Según Sergio Diéguez, “esta experiencia es muy enriquecedora y les permite adquirir aprendizajes y conceptos nuevos que quizás no tenían tan presentes en sus centros”. Jesús Romero, del Forat añade que “este curso le sirve tanto para crecer dentro de su centro como para avanzar a nivel laboral”.
 
En Itinerario de Educación en la Fe (IEF) profundizan en temas sobre la teología, la pastoral salesiana, el trato socioafectivo con los jóvenes y cómo acompañarles en su camino de fe y su proyecto de vida. Esto les permitirá aplicarlo en sus respectivos centros. Como dice Lorenzo Mur, “estaba un poco desorientado a la hora de llevar mi grupo de fe y he acertado haciendo el curso”.
 
Estar durante 10 días en la Marinada para realizar los diferentes cursos es un aspecto más de la propia formación que se les quieres ofrecer. Así lo explica uno de los participantes del curso de directores, Cristian Recalde de Meridiana: “al promover la convivencia entre todos, consiguen que trabajemos nuestras habilidades sociales y la educación emocional, elementos imprescindibles para el futuro trabajo en nuestros centros”. Sara Parrón, del CJST, coincide en esto y añade que esta convivencia “es una experiencia que mejora el curso”.
 
Todas estas formaciones van dirigidas a la educación en el tiempo libre educativo, pretenden formar a monitores, directores y animadores de cara a los años futuros. Tal y como expresa la participante del curso de directores Sonia Sánchez, del Esplai Arrels de Sant Boi, “lo que nos llevamos de aquí ya no es sólo la formación, sino las ganas de aprender y de poner en práctica todo lo que hemos aprendido”.

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