El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entregó ayer a título póstumo la Gran Cruz del Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a Antonio César Fernández, misionero salesiano asesinado en 2019 en la frontera sur de Burkina Faso durante un ataque yihadista.
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, acogió el acto, donde estuvo presente también el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y al que acudieron familiares del misionero y representantes de Misiones Salesianas.
“Un hombre humilde, como lo recuerdan sus cuatro hermanos que hoy nos acompañan, que hizo de la ayuda y de la entrega a los demás su forma de vida”, expresó Pedro Sánchez sobre César Fernández. “Cuando murió, había cumplido 55 años como salesiano y 46 como sacerdote y había dejado una profunda en aquellos que tuvieron el honor de conocerle”, añadió. Uno de los hermanos del misionero, Juan Carlos Fernández, lanzó un beso hacia el cielo en su recuerdo cuando recogió la Gran Cruz de manos del líder del Ejecutivo.
«Las víctimas del terrorismo merecen el mayor reconocimiento por parte de una sociedad democrática como la nuestra», ya que «son uno de los pilares éticos de nuestro sistema democrático, son símbolo de la defensa de nuestras libertades, de nuestra forma de convivir en democracia, en nuestro Estado de Derecho, porque representan, precisamente, los valores que los terroristas pretenden destruir», afirmó Pedro Sánchez. En el acto, fueron reconocidos también David Beriain, Roberto Fraile, Alberto Chaves y Juan A. González.