Campamentos FOC 2016: ¡una verdadera conexión!

27 julio 2016

Habiendo vuelto ya a los respectivos lugares de origen, descansados y contentos, es momento de hacer balance y pensar en las experiencias vividas en los campamentos FOC de este año. Superada el miedo al calor, todos nos embarcamos en esta vivencia con una timidez que pronto desapareció.
 
La alegría y la familiaridad de nuestra familia salesiana es bien conocida y este campamento no ha sido una excepción. Este año estrenábamos temática, y juntos hemos descubierto que en la conexión profunda y sincera con nosotros mismos y con los demás podemos descubrir la conexión con Dios. "Desconectar para conectar" ha sido un lema que nos ha acompañado y nos ha ayudado a comprender la necesidad de replantear la forma en que vivimos y cómo seguimos los pasos de Jesús.
 
Los juegos de noche, con su emoción y toques de humor; los tiempos libres de conversaciones y confesiones; las agradables comidas; y, por supuesto, todas y cada uno de los ratos de oración, reflexión, trabajo personal y diálogo de grupo han sido para mí (y espero que también para muchos otros) una continua vivencia de fe, de comunidad y de conexión con el Reino de Dios. ¡Me llevo tantas miradas, sonrisas, palabras, abrazos, descubrimientos y experiencias de fe que sólo puedo estar profundamente agradecido a Dios por estar moviendo y tocando el corazón de tantos y tantos jóvenes de todas nuestras casas!
 
Con el convencimiento de que de vez en cuando necesitamos detenernos para continuar, cargar las pilas, aprender a escuchar a Dios, disfrutar de la calma para después poder volver renovados en nuestras vidas cotidianas… os animo a todos a seguir participando de las experiencias de la Movida Juvenil Salesiana con alegría y confianza. Seguro que no quedaréis decepcionados y que encontraréis una familia entre la que crecer como personas y como cristianos.

 

Como no podría ser de otra manera, quiero también agradecer a todos los animadores, a todos los chicos y chicas del campamento, a los cocineros, y a toda la gente que lo ha hecho posible, su dedicación y su pasión. De todos me llevo una profunda sensación de estima y proximidad. Os deseo a todos un muy buen verano y muchos ánimos para seguir conectándonos con nosotros mismos, con los demás y con Dios. Seguro que en esta triple conexión descubriremos una vida y una felicidad que nos llenará y nos hará irradiar luz. 

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