Tras la misa Mayor en la parroquia salesiana de San Antonio Abad, la calle Sagunto de Valencia se convertía esta mañana en el escenario de la tradicional procesión de animales que desfilan para ser bendecidos por su santo protector, San Antonio Abad. Continuaban así las celebraciones de esta festividad que comenzó la noche anterior con la Hoguera.
La Hermandad de San Antonio Abad ha organiza un año más un acto que congrega a cientos de valencianos y valencianas que con y sin mascotas se apostan a lo largo del recorrido para ver pasar a los verdaderos protagonistas: los animales.
A las 11 de la mañana, con la suelta de palomas por parte de las Falleras Mayores de Valencia, comenzaron a desfilar las mascotas junto a sus dueños. Santiago Muñoz, párroco de San Antonio Abad; Segundo García, director de la obra Salesianos San Antonio Abad; y Josep Lluís Burguera, salesiano de la misma casa y Delegado de Comunicación Social, se encargaron de bendecir a perros, gatos, pájaros diversos, tortugas, conejos, peces o hámsters; “animales creados por Dios que comparten con las personas sus vicisitudes”, recordó el párroco, y para los que pidió cuidar con esmero y cariño.
Cada participante recibía una bolsa con el tradicional bollo de pan bendecido, una algarroba y la estampa del santo de los animales. Jóvenes del Centro Juvenil Amics de la casa salesiana participaron en la organización y en el reparto de los obsequios.
Tras la bendición de los animales domésticos comenzó el desfile de carruajes llegados de distintos puntos de dentro y fuera de Valencia; la caballería y por último las unidades caninas.
El desfile se inició con la llegada de la Policía Local Montada, ataviada con uniforme de gala, que escoltó el carruaje de las Falleras Mayores, Marina Civera y Sara Larrazábal.
Cabe destacar que por primer año ha participado en el desfile la Asociación de usuarios de perros guía de la Comunitat Valenciana, en su representación desfilaron 11 perros con sus dueños y acompañantes. La Hermandad de San Antonio Abad los distinguió por su importante labor para reconocer la figura de los perros guía.
El cariño hacia los animales, la devoción a San Antonio Abad, la elegancia de los caballos; la singularidad y valor de muchos de los carruajes… convierten a este desfile en un acto de interés que cada año congrega a cientos de personas, representantes políticos y de la cultura, así como a medios de comunicación. No en vano, el pasado mes de diciembre, el Ayuntamiento de Valencia ha propuesto la fiesta de San Antonio Abad como Bien de Interés Cultural (BIC).
