Testimonio de Ismael Ebenezer

24 septiembre 2019

El curso 2018-2019 he estado en la Comunidad del Noviciado Internacional de Genzano, en Roma. Durante este tiempo, he podido descubrir la llamada de Dios que me pide entregar mi vida a Dios a los jóvenes, según el espíritu de Don Bosco. Durante este camino de discernimiento vocacional, he sentido crecer en mí la llamada del Señor a la vida salesiana, el deseo profundo y la intención de unirme a Él a lo largo de mi vida con la profesión religiosa de los consejos evangélicos.

El encuentro cotidiano con la Palabra de Dios y las Constituciones, el Proyecto de Vida de los Salesianos de Don Bosco, me llevaron a una mayor maduración y purificación de mis motivaciones. La experiencia comunitaria con los hermanos de Genzano y con los otros novicios que el Señor ha puesto a mi lado, junto a la experiencia apostólica salesiana, me han ayudado a crecer en la fe y la caridad pastoral. A través de estos elementos he podido descubrir la vida consagrada salesiana, que ha hecho surgir en mí el deseo de entrar a formar parte de la Congregación salesiana.

Ahora que soy salesiano de Don Bosco, hay tantas cosas que me gustaría decir después de este año exigente vivido plenamente, con alegría y siempre en fraternidad, deseos y sueños que tengo dentro de mí. Pero la única palabra que nace en mi corazón es un enorme «GRACIAS».

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