Testimonio: Daniel Sánchez, novicio salesiano

29 abril 2021

Me llamo Daniel Sánchez, tengo 18 años y soy novicio salesiano. ¿Pero qué significa eso de ser novicio? Pues os lo cuento en un momento… 

El noviciado es una de las primeras etapas de todo el itinerario de formación de la Sociedad de San Francisco de Sales (los Salesianos). En el noviciado se estudian materias relacionadas con la vida salesiana y con la Iglesia; como, por ejemplo, las Constituciones salesianas, el Catecismo de la Iglesia Católica, el Sistema Preventivo de Don Bosco, etc… Todas estas materias se tratan con lecciones teóricas, pero sobre todo, con muchísimos testimonios que nos ayudan a entrar en la realidad de cada cuestión y de cada persona. Al finalizar el año del noviciado, el novicio realiza la primera profesión religiosa con votos temporales de castidad, pobreza y obediencia, es decir, respondiendo a una llamada radical de amor, consagra de forma total su vida a Dios. 

Para mí, este año, está siendo una experiencia riquísima que me está llenando el corazón del amor de Dios; un año donde estoy experimentando que Dios, con este tiempo de intenso discernimiento, me llama a hacer de mi vida un testimonio de su grandeza de su amor infinito por los hombres, llevando el amor de Dios a la concreto de la vida diaria, con sus alegrías y dificultades. 

Este es un año en el que estoy plantando las raíces de mi vida, construyendo con cimientos sólidos una vocación preciosa, como es la vida salesiana. Además, la comunidad del noviciado, es una comunidad internacional (situada en Genzano di Roma, Italia), en la que nos hemos encontrado italianos, españoles, croatas y un portugués. Esta oportunidad de vivir con gente de otros lugares me está ayudando mucho a conocerme más a mí mismo y de dónde vengo, y cómo no, a conocer otras culturas y otras realidades que me hacen maravillarme de la grandeza de los hijos de Dios. 

Para terminar quiero decir también que arriesgar la vida por algo más grande que nosotros mismos merece la pena. Que el amor de Dios llena el corazón de un hombre,  y que sentir la llamada a llevarlo al mundo, es algo fantástico.

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