EPN | CICLO C – XXI DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

15 agosto 2022

Evangelio Lc 13, 22-30

Narrador: En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.

Uno le preguntó:

Niño 1: Señor, ¿serán pocos los que se salven?

Jesús: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: «Señor, ábrenos»; y él os replicará: «No sé quiénes sois.»

Niño 2: Maestro, ¿qué significa eso de levantarse, cerrar la puerta, quedarse fuera? no acabamos de entender.

Jesús: Voy a deciros aún más cosas. Esas personas comenzarán a decir: «Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas.»

Niño 1: Seguimos sin saber lo que nos quieres decir, maestro. ¿Qué es eso de comer, beber, enseñar en nuestras plazas?

Narrador: El Señor les responderá:

Jesús: «No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados.»

Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

Niño 2: Maestro, ya voy entendiendo un poco lo que quieres decirnos.

Niño 1: Claro. Nos está hablando de los que estando con él, escuchándole en las plazas, no le hacen caso, incluso le rechazan por interés. ¿No es así, maestro?

Jesús: Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»

Muchos niños y niñas están contigo en la clase, muchos años, y sin embargo casi no te conocen, ni saben de ti las cosas más importantes. Eso es porque la relación que has tenido con ellos/as es poco estrecha. Llamamos relación estrecha no a la relación superficial sino a la intensa, cordial, íntima. Algo parecido pasa con Jesús: muchos han oído hablar de él pero no saben casi nada de su corazón, ni de su vida, ni de sus intenciones y deseos. Esa relación con Jesús es ligth. Para estar de verdad con él hay que entrar por una puerta estrecha y mantener una relación de amistad continua, de fondo, entera. Eso es conocer y querer a todo un amigo o amiga.

Creo en ti, Jesús,
amigo, compañero,
que caminas a mi lado
a lo largo de toda mi vida.
Creo en ti, Jesús,
y en tu mensaje,
en tus palabras de vida
y quiero aprender a cumplirlas

y seguirte siempre.

Vamos a jugar

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