“Cada uno, como buen administrador de la multiforme gracia de Dios, ponga al servicio de los demás los dones que haya recibido“.

1 Pedro 4:10             

Para nosotros, Salesianos, una «Nueva Economía» no tiene el mismo significado que en la Economía de los Bancos y la Industria. No significa necesariamente tener que encontrar frases o conceptos sorprendentes. Muchas veces «lo nuevo» puede ser representado por el redescubrimiento de valores fundamentales perdidos. Y así podemos identificar las líneas a seguir para una nueva economía salesiana:

  • Redescubrir nuestra misión en la sociedad cambiante.
  • Racionalizar nuestra gestión (desde la gestión de alto nivel, propiedad y capital, hasta el nivel más básico, identificando y eliminando gastos innecesarios)
  • Comunicar y compartir nuestras experiencias para crear un patrimonio de conocimiento común, una red (provincial, nacional y europea)
  • Invertir en comunicación para «publicitar» y difundir nuestro trabajo y nuestras buenas acciones.
  • Invertir en la persona en lugar de en los activos. Sin «Salesianos buenos, razonables y honestos», cualquier inversión estará destinada a dar pocos frutos.

No hay duda de que las transformaciones que tienen lugar en nuestras provincias ya tienen fuertes repercusiones en la organización y las estructuras de nuestros trabajos y requieren una reforma incisiva. El objetivo de nuestra economía es explorar las perspectivas que se abren para las obras, para que sean más ágiles y productivas frente a una sociedad en constante cambio.

Jean Paul Muller

Ecónomo General de la Congregación Salesiana

La Delegación de Economía trabaja para

Asegurar las condiciones para que cada presencia sea un testimonio de mayor transparencia, rigor, impacto social y  reconocimiento por parte de nuestros destinatarios.

Para ello,

  • Revisa y pone al día el archivo general de los centros donde se encuentra la documentación económica de mayor importancia y proporciona medios para tener al día los documentos exigidos por la legislación vigente.
  • Diseña, con los administradores, la comunidad salesiana y la comunidad educativa un plan de inversiones a cinco años, proponiendo nuevas formas de financiación.
  • Favorece la formación técnica y profesional de los administradores facilitando medios para ello.
  • Optimiza los recursos humanos, económicos y financieros de cada una de nuestras presencias, con responsabilidad transparencia y solidaridad.
  • Procura la conservación y limpieza de los edificios, instalaciones, vehículos y medios tecnológicos, como una expresión concreta de nuestra pobreza, y recomienda utilizar, dentro de lo posible,los medios y recursos de que dispone la Inspectoría.

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