Reflexión vocacional. Febrero 2021

28 enero 2021

Francisco J Perez Camacho, Coordinador Inspectorial de la AV.

DISCERNIR 

Antes de que las maquinas cosechadoras se emplearan en el campo para segar, recoger, separar, almacenar y embalar la paja del trigo, los agricultores utilizaban diversos procedimientos ancestrales para separar el grano del resto de la espiga. Uno de los instrumentos más utilizados para pequeñas cantidades era el “cernidor” o “tamiz”, que también usaban los albañiles para separar la arena de las piedras. 

En tu vida cotidiana también te ves en un montón de tesituras en las que tienes que analizar, tomar conciencia y separar unas cosas de otras. En pocas palabras, esto es el discernimiento. Aunque es un procedimiento muy antiguo, el último sínodo de los jóvenes lo ha vuelto a poner de moda y el Papa Francisco en el documento Christus Vivit nos invita a practicarlo en nuestra vida personal y comunitaria.

Te preguntarás como discernir, si no se estudia en ninguna asignatura del curriculum escolar. Bueno tranquilo. Es sencillo. Para discernir es necesario pararse, tomarse tiempo y no precipitarse. Es importante no empezar tomando decisiones, porque seguramente te equivocarás y te arrepentirás enseguida. Tienes que dedicarle un poco de tiempo, de silencio y de serenidad. Puede ayudarte mucho escribir el proceso,

Una vez, que has echado el freno de mano en tu trajín cotidiano, necesitas identificar el tema que te preocupa. Ponle nombre a la situación que quieres hacer objeto de discernimiento y procura definirla lo mejor posible. 

Una vez hayas dado estos dos pasos anteriores, es muy importante que te conozcas bien y seas muy consciente de tus posibilidades, de tus capacidades, de tus miedos, tus incertidumbres, las cosas que te ilusionan, que te motivan. Para profundizar más, hay que tener una visión lo más completa y objetiva posible, siendo fundamental que contrastes tu modo de ver las cosas con alguien que te conozca, que te quiera, que te pueda aportar otra perspectiva al asunto. 

Tras dedicar un tiempo prudencial a realizar todo lo anterior, llegará el momento de tomar una decisión. Este puede parecer el momento más complicado, pero si se han realizado bien los pasos anteriores, te resultará fácil. Será el momento, en el que visto los pros, los contras, las ventajas y los inconvenientes te toque decidirte por algo. Es esencial que esta decisión se tome en clima de oración, delante de Dios

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