Agustín Díaz, Comunicación Social Campano
Queridos amigos, es muy difícil hablar de la Casa Salesiana de Campano sin recordar a las personas artífices de nuestra presencia: Los Marqueses de Bertematí, ellos hicieron posible que hoy, 80 años después, sigamos haciendo posible el trabajo que Don Bosco nos encomendó.
Nuestras instalaciones son privilegiadas; estamos a 5 kilómetros de la ciudad, en pleno campo, esto le da un toque de familiaridad y también favorece el estudio, al no tener las distracciones propias de una ciudad.
Han sido muchas las personas que han pasado por nuestra casa a lo largo de este tiempo, y han sido varios los reconocimientos recibidos por parte de la administración: Campano comienza como Escuela Agrícola con gran reconocimiento en nuestro país, para terminar en nuestros tiempos con los niveles de E.S.O., Ciclos Formativos y FPB básica. En todas las etapas, han sido muchos los profesores y salesianos que han pasado por sus aulas, educando a la sociedad de Chiclana y a toda la provincia de Cádiz. Tal es la implicación de la casa con la localidad, que desde hace un par de años, el Excmo. Ayto. realiza en nuestras instalaciones cursos de formación con inserción laboral.
Muchos salesianos hicieron posible con su presencia, que el estilo de Don Bosco se respirase por todos los rincones; como D. Luis Gándara, gran salesiano que nos enseñaba todos los secretos que el campo escondía y que, hasta una avanzada edad (más de 90), siempre estuvo entre los chicos garantizando el carisma.
No podemos olvidar la Escuela Hogar con la que cuenta nuestra casa, en ella se hace visible la máxima salesiana “ Casa que acoge”, donde los alumnos se sienten como en su propia casa; todos los chavales que pasan por ella y por nuestro centro, recuerdan gratamente las experiencias y años vividos .
En la actualidad, y desde hace algunos años, Campano no cuenta con una comunidad de Salesianos, pero sí con una comunidad educativa (profesores, personal no docente y padres) que desde hace ya muchos años, hacen posible que la Casa de Campano siga en pie; garantizando “lo salesiano”, haciendo del centro una casa que acoge y permitiendo que el legado que muchos comenzaron continúe.
