Un cordial saludo a todos y feliz mes de Mayo.

Como viene siendo habitual, en los días previos a la celebración de Madre Mazzarello vamos a publicar, con la ayuda de algunas hermanas salesianas y miembros de ADMA de nuestra zona Inspectorial, unas lecturas y unas canciones sobre su vida.

En esta ocasión todas ellas harán referencia al aspecto misionero del carisma de las Hijas de María Auxiliadora.

El 14 de noviembre de 2024, Madre Chiara Cazzuola abrió el Trienio del 150 aniversario de la 1ª Expedición Misionera de las Hijas de María Auxiliadora desde la Casa Generalicia de Roma.

El 14 de noviembre de 1877, Sor Angela Vallese (23 años), Sor Giovanna Borgna (17 años), Sor Angela Cassulo (25 años), Sor Angela Denegri (17 años), Sor Teresa Gedda (24 años), Sor Teresina Mazzarello (17 años), junto con el P. Giacomo Costamagna y el grupo de Salesianos de Don Bosco que partían para la tercera expedición misionera, inauguraron una nueva etapa en la vida del naciente Instituto de las Hijas de María Auxiliadora: las misiones. Acompañadas por Madre Mazzarello, Madre Emilia Mosca y Madre Enrichetta Sorbone, después de haber recibido la comunión y la bendición de Don Bosco, a bordo de un barco emprendieron el viaje hacia Uruguay.

Para preparar el 150 aniversario de la primera salida misionera, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora vivirá un Trienio inspirado en el lema:

«Ahora es el momento de reavivar el fuego» (cf. María D. Mazzarello, Carta 27), presentado por Madre Chiara Cazzuola en la Circular 1038, en la que se indica el objetivo:

«Celebrar con corazón agradecido el ardor misionero del Instituto para reavivar, en los tiempos actuales, el impulso profético de nuestro carisma como don a la Iglesia y a la humanidad».

II AÑO 2025-2026: «Peregrinos de la Esperanza». En la Iglesia se experimentará la gracia del Año Jubilar y, como Instituto, se celebrarán Verificaciones trienales. Las FMA se unirán a las iniciativas que tendrán lugar para la celebración de la primera expedición misionera de los Salesianos de Don Bosco.

¡Somos verdaderamente personas afortunadas! Sentimos tanta admiración ante la primera expedición misionera de nuestras hermanas, que dedicamos este trienio 2024 -2027 a prepararnos para vivirlo intensamente.

la pasión por Dios, respuesta a una llamada,

el ímpetu de una comunidad que sostiene la centralidad de la misión, la disponibilidad vocacional, gozosa, de cada una, la fuerza que brota del carisma y busca expandirse, la escucha atenta y activa de la realidad social que pide una respuesta, la urgencia de la evangelización y la educación…

¡Esto y más está en la raíz de aquella primera expedición misionera que colma nuestro corazón de inmensa gratitud y a la vez de responsabilidad! ¡Una experiencia que se nos transmite como una gran herencia y que acogemos como un gran don, con el compromiso de seguir prolongándola en el tiempo!

Rema mar a dentro es la invitación de Jesús a sus discípulos y así lo sintieron también los primeros salesianos y las primeras Hijas de María Auxiliadora (siendo muy jóvenes) aquel 14 de noviembre de 1877.

Os invito a adentrarnos en esa visión, recreando tantos años después lo que sería la alegría, la ilusión y el sacrificio, la entrega, el riesgo ante un viaje tan largo y una despedida para verse en la Eternidad.

1. Bosco lloraba y Madre Mazzarello aguantaba las lágrimas, porque quería no hacer sufrir a sus hijas, pero emocionada se preocupaba por las necesidades de cada una. Visitaba los camarotes, las literas, no sabía cómo darles el corazón… las llevaba donde estaba D. Bosco para que les hablara y les dijera sus últimas palabras. Ella está segura de que este sacrificio dará mucho fruto.

Cuando el barco se alejaba, las hermanas le gritaban Madre, Madre… también se oía la voz de D. Costamagna entonando un canto a la Virgen… ¡Llevan un lienzo de M. Auxiliadora con un niño que sonríe que es un gran tesoro!