El 10 de mayo concluyó el Curso de Renovación Salesiana en El Campello dirigido a hermanos salesianos en torno a las bodas de oro de profesión. A lo largo de este mes, 22 salesianos sacerdotes y coadjutores procedentes de España, Chile, Perú y Cuba han vivido un tiempo de gracia en sus años de madurez para renovar su vocación salesiana. “Este curso ha supuesto una ocasión de mirar mi vida pasada con agradecimiento. La oportunidad de vivir el presente de mi vocación con entusiasmo y abrazar el futuro con entusiasmo. Esto es: un estupendo regalo que deseo a mis hermanos” cuenta Miguel Ángel Erviti, participante en esta formación.
El superior de la inspectoría María Auxiliadora, Ángel Asurmendi, intervino en una de las últimas sesiones formativas del curso con la presentación del tema "Cómo situarse personal e institucionalmente ante la situación de reducción que experimentamos en la Vida Consagrada". Les proporcionó pistas para abordar el tema apoyados en la fe, en la relación con Jesús y en un buen posicionamiento en la misión. Además, afirma que encontró a un grupo de hermanos unidos y contentos de la experiencia que estaban realizando. “Había alegría y satisfacción en el grupo, estaban agradecidos por el lugar, las atenciones y la organización. Todo esto nos anima a seguir adelante con la experiencia y a animar a otros salesianos a participar”.
Uno de los profesores del curso, José Miguel Núñez, explica que “ha sido una experiencia muy interesante”. En la que se ha podido reflexionar sobre la propia vocación como consagrados salesianos y el impulso de una pastoral vocacional renovada y comprometida. “Nuestra tarea es suscitar, proponer y acompañar en el discernimiento con experiencias significativas que ayuden a los jóvenes a encontrarse con Jesús. El testimonio de los salesianos, la vida fraterna y el compromiso con los pobres son los grandes desafíos que tenemos por delante si queremos ser significativos y creíbles ante la invitación: “Ven y verás”” añade.
Para el salesiano José Luis Ecay ha significado un replanteamiento de mi vida y actividades pastorales. Un tiempo de descanso fecundo. Un tiempo se siembra. Preparación de una cosecha que espero sea buena para mí y para mi comunidad.
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Para Ramon Fité “ha sido un tiempo de descanso, de formación, de agradable convivencia entre hermanos salesianos, de testimonio y de admiración al ver lo implicados y comprometidos que siguen estando los hermanos con la pastoral a pesar de la edad. Nos hemos enriquecido a nivel formativo, ya que los conferenciantes eran personas muy preparadas en sus respectivos temas.
Finalmente, ha sido un empuje a seguir colaborando en nuestros colegios o comunidades, con realismo e ilusión, en bien de nuestros jóvenes”.
Por su parte, Javier Alzueta, confiesa que tenía sus dudas, pero finalmente este curso ha sido una gracia de Dios. “Ha supuesto un alejamiento de las actividades acostumbradas, un tiempo de descanso, y a su vez, de revisión y renovación para continuar con ilusión y alegría, a mi edad (77 años), la vivencia de la Consagración como salesiano de Don Bosco”.
Por último, el director del Boletín Salesiano, Leonardo Sánchez, que propuso a los alumnos el tema ‘Comunicar como Don Bosco en tiempos de Francisco’ cuenta que fue una jornada muy interesante donde pudieron compartir la importancia de la comunicación en la vida salesiana.
El Curso de Renovación Salesiana comenzó el 10 de abril en El Campello (Alicante). ? Se trata de una iniciativa de las delegaciones de Formación de las dos inspectorías de España “María Auxiliadora” y “Santiago el Mayor”. En todo momento han acompañado a los participantes, los coordinadores del curso, delegados inspectoriales de Familia Salesiana, Alejandro Guevara y José Antonio Hernández, una plantilla de 12 docentes, y un guía espiritual que les guió en su peregrinación a Turín y Valdocco, tras las huellas de Don Bosco, visitando los lugares donde él vivió y se entregó en bien de los jóvenes.