VIVIR A FONDO | CICLO C – II DOMINGO DE ADVIENTO

27 noviembre 2021

Lc 3, 1-6

En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.»

Situados en el tiempo de Adviento, llegamos a la segunda semana. La Iglesia nos propone el evangelio donde Juan Bautista habla para toda la región del Jordán. El texto empieza situando un aquí, un lugar, un momento y una situación concretas. Es el momento que relata el texto y no otro, es en ese momento, en ese aquí, que Dios comunica su palabra a Juan.

¿En qué momentos sientes que Dios te habla?

Párate y piensa… siente la voz de Dios en tu interior.

Dios se comunica con Juan y la respuesta es afirmativa, no duda, no pone pegas ni excusas ante la palabra de Dios. La única respuesta que se plantea Juan es la acción, el movimiento, un sí en mayúsculas que le lleva a caminar con decisión y convencimiento.

¿Qué respuestas das ante las llamadas que Dios te hace?

¿Permaneces siempre atento y disponible a su palabra?

En este segundo domingo de adviento el evangelista Lucas nos vuelve a recordar la actitud básica de este tiempo litúrgico. Debemos estar alertas, velar y rezar, pues sólo así se prepara el camino al Señor, sólo así se endereza el camino, sólo así todos podrán ver y contemplar la salvación de Dios.

“Que aumente más y más vuestro amor, y que alcancéis mucha sabiduría y entendimiento en todo, para saber escoger siempre lo mejor. Así podréis vivir una vida limpia y no habrá nada que reprocharos cuando Cristo regrese; pues entonces presentaréis una abundante cosecha de buenas acciones gracias a Jesucristo, para honra y gloria de Dios”.

Filipenses 1,9-11

ATENDER TU LLAMADA

Señor, tú haces oír tu llamada de formas muy diversas.

Todos somos tus hijos, y cuentas con cada uno de nosotros

para llevar a cabo tu Proyecto en el mundo.

Que nunca dejemos de oír tu llamada

en nuestro interior,

a través de las personas,

en los acontecimientos,

en la vida de cada día.

Que nuestros jóvenes también estén atentos a tu llamada,

y que nosotros les sepamos ayudar a discernir.

Haz que estemos atentos a la acción de tu Espíritu en nuestras vidas,

para que de esa forma podamos descubrir cuál es nuestra misión y ser fieles a ella.

Pep Alaman, sdb