VIVIR A FONDO | CICLO B – XXXII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

1 noviembre 2021

Mc 12,38-44

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: « ¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa. “Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echo dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»

El evangelio de hoy nos presenta una conversación entre Jesús y un doctor de la ley. El doctor quiere saber de Jesús cuál es el primero de todos los mandamientos. Hay tantas normas que asustan, a cuál se debe dar prioridad. Hoy también mucha gente quiere saber que es lo más importante en la religión. Por eso, es necesario acercarse a Jesús y preguntarle ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?

Ser seguidores de Jesús no es sólo amar a Dios. Ni sólo amar al prójimo. Sino las dos cosas juntas. No vale decir que uno ama a Dios y descuidar a los demás. No vale decir que uno ama al prójimo, olvidándose de Dios. Si amamos a Dios, debemos amar al que Dios ama: al hombre.

  • Para ti, ¿qué es lo más importante en relación con tu fe? ¿Cuáles son las dificultades para poder vivir aquello que consideras lo más importante?

  • Jesús dijo al escriba: “No estás lejos del Reino de Dios”. Hoy, ¿estoy más cerca o más lejos del Reino de Dios que el escriba?

 

Señor,

Hazme ver con claridad,

Que el mundo necesita de mí,

Más de lo que estoy dispuesto a dar,

Más de lo que quiero entrar yo en ti.

                                 (Brotes de olivo)

Titulitis (Migueli)

Migueli ens ofereix aquesta cançó on se’ns ensenya que la senzillesa i l’estimar de veritat, val més que tot el que puguem haver tingut o fet. Que és millor ser viuda que escriba.

http://youtu.be/F6sdCd0VTmQç  Allí, al terminar, en el Juicio Final, se presentaba un alma a dar cuenta de su edad.

El Padre preguntó: ¿amaste, querida? Y, tras suave carraspera, empezó el alma a cantar:

Estudié un mogollón, estudié un mogollón, fui magistrado, físico, psicólogo, inspector, gané muy bien las pelas, pero me acordé de Dios y colaboré con gente desde mi condición.


  Fui experto en drogas, asesor de integración, leía y leía sobre marginación, realizaba gestiones, llené el ordenador, tenía un gran despacho para dar impresión porque, con gente pobre, ya sabe, mi Señor, la importancia que tiene hablar desde otra posición;…otros, otros, otros,… ¡otros! tenían el contacto con cada realidad o mi cualificación  perdería veracidad.

Y Dios se levantó, lo miró con cariño, de pronto se volvió y a todos lanzó un guiño; sus ropas remangó, descoronó el triángulo y, bailándole al alma, con garbo le cantó:

Yo tengo un culo,

yo tengo un culo,

y, podéis pasar por él

tú y tus «títulos».

El alma entristecida, se deshacía llorando, y Dios la consolaba: ¡Venga, no es para tanto!; sí, pasarás el tiempo en nuestra eternidad, pero, para que te acuerdes y nadie lo piense más, un grupito de angelotes por siglos te cantarán este nuevo «versiculo» que el mensaje aclarará:

Yo tengo un culo,

yo tengo un culo,

y podéis pasar por él

                                                                         tú y tus «títulos».