#UnAñoSMX

5 junio 2015

El 7 de junio de 2014, con la presencia del Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, comenzó la andadura de las nuevas provincias salesianas en España tras el proceso de unificación. Así veía la luz la Inspectoría María Auxiliadora que cumple un año de experiencia en el camino de la renovación personal y comunitaria para el impulso del carisma salesiano.

Todo comenzó la mañana del sábado con el encuentro en Salesianos Atocha (Madrid), un acto en el que el Rector Mayor se dirigió a los más de cuatro cientos salesianos de España con un mensaje claro: “Hacemos todo esto para ir a más, no podemos dejar morir el carisma de Don Bosco”.

En el inicio el Rector Mayor invitó a aparcar los temores a un proceso que comenzó con valentía en el “rediseño y resignificación” de las presencias salesianas en España. “Hagamos una inteligente opción de dónde y cómo queremos estar”, afirmó; todo ello contando sin reservas con los seglares, tal como ya señaló el Capítulo General 24. “Somos muchos más en España que los 1.200 salesianos sdb, aprovechemos al máximo el papel de los laicos, ellos son corresponsables”, sentenció.

El proceso partía del estudio profundo de la situación y la consulta a los salesianos de España de las seis provincias existentes. Finalmente, tras la reflexión, diálogo y oración, y valorando las dieferentes posibilidades, se apostó por esta unificación que buscó el impulso carismático de la presencia salesiana y que hoy recoge sus primeros frutos con 1140 salesianos, 97 centros escolares, de ellos 57 con Formación Profesional, 92 parroquias, 127 centros juveniles y 89 Plataformas Sociales, entre las obras más significativas.

En la Eucaristía de inicio de las dos nuevas inspectorías, que contó con la presencia del Regional de la Región Mediterránea, don Stefano Martoglio, junto a una amplia representación de toda la Familia Salesiana de España, se recalcó la idea de poner a Jesús en el centro para, posteriormente, dar paso a la lectura del documento de aprobación de las dos inspectorías. Para el recuerdo quedarán las fotografías de los nombramientos de Juan Carlos Pérez y Cristóbal López como Inspectores, quienes hicieron de forma conjunta su profesión de fe y firmaron la aceptación del cargo.

Durante la tarde llegó el momento de los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano a los que el Rector Mayor invitó a "no tener miedo y a ayudar a ser los salesianos que Don Bosco soñó. Os necesitamos. No tengáis miedo a nada, luchad y soñad”. A continuación la Familia Salesiana recogió el testigo con un mensaje dirigido al medio millar de miembros presentes, pero extensible a todos los que forman  parte de las fuerzas vivas una familia religiosa apasionante. “No somos decenas de miles para quedarnos dentro de los muros de nuestras propias obras”, dijo, e instó a que cada grupo fuera significativo para ser capaces de llegar a donde no llegan los otros. Apuntaba que esa es la gran riqueza de la Familia Salesiana y añadía que “crecer como Familia Salesiana significa estar menos pendientes de nosotros mismos. Somos Familia Salesiana no para estar uno al lado del otro muy a gustito, sino para ser una fuerza viva en la Familia y en la Iglesia”.

Desde esa jornada y con el paso de los días los números se fueron transformando en nombres, apellidos y experiencias que han ido creando los primeros vínculos entre las presencias de Andorra, Andalucía, Aragón, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura y Murcia.

Un proyecto lleno de sentido en la Inspectoría María Auxiliadora que hoy apaga su primera vela. ¡Felicidades!

 
 
 

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