‘No fui consciente de lo que iba a cambiar mi vida’

30 abril 2019

P./ Ismail, al cumplir los 18 años llegaste desde nuestra casa de menores en Córdoba a nuestro piso de autonomía en Sevilla ¿a qué te dedicas actualmente aquí?

R./ En Don Bosco estoy haciendo muchísimas cosas positivas para mí. Estoy entrenando competencias transversales -las habilidades para comunicarme, preparar entrevistas de trabajo, el trabajo en equipo, la orientación vocacional…- que me ayudarán a poder afrontar muchas situaciones en el futuro. Estudio el graduado de secundaria y asisto a refuerzo de español. Mis educadores me hablaron de la importancia de mejorar el idioma, así que también me estoy preparando el curso oficial B2 de inglés.
 
P./ Comentas que desde la Fundación Don Bosco y desde la Escuela de Segunda Oportunidad te están ayudando a formarte, pero ¿qué es "Don Bosco" para ti?

Llegué a Don Bosco para crecer y poder tener una vida más fácil en el futuro, pero nunca me había imaginado que aquí iba a encontrar mi casa y tantas personas que son como mi familia. Me está ayudando a superar muchas de las dificultades que tengo como inmigrante y como joven sin formación.

Aquí me siento muy feliz y con ganas de comerme el mundo, porque cuando sales de un país como el mío, no te imaginas que puedes llegar a encontrarte a personas como las de Don Bosco. Todo el que viene aquí recibe ayuda. Así que tengo motivos para estar feliz.

R./ ¿Qué proyectos de futuro tienes?

Sé que las cosas no puedo hacerlas tan rápido como otras personas, pero quiero acabar el graduado y el inglés para ser algún día profesor de inglés.

También me formaré en el sector del comercio y la logística para intentar conseguir el permiso de trabajo en España.

P./ ¿Cómo era el joven Ismail de hace 2 años?

Llegué a España el 26 de enero de 2017 y estuve en la calle dando vueltas sin saber a dónde ir…he tenido miedo y me he sentido muy muy perdido… hasta que encontré a una persona que me acompañó a un centro de menores. En ese momento no fui consciente de lo que iba a cambiar mi vida.

Desde ese momento, empieza a cambiar todo: llegué a la Fundación Don Bosco, tengo un techo, comida, ropa, una gran familia que me acoge, empiezo una formación, a aprender español, a mejorar mi inglés, estoy conociendo a mucha gente, mejorando mis competencias… ¡Hasta sé cómo va a ser el joven Ismail de dentro de dos años¡ Un chico con un trabajo en España, independizado y con muchos proyectos ¡Vaya!, con todos mis sueños hechos realidad.
 
 
 
 
 
 

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