Me ha cautivado la importante labor que está realizando la comunidad salesiana

14 octubre 2019

 Francisco López, colabora como voluntario en el Campamento Urbano de Salesianos Cartagena para ofrecer a niños y jóvenes en riesgo de exclusión social herramientas para mejorar su calidad de vida.

La información y las vivencias de un amigo hicieron que Francisco López, jefe de la instalación de CLH en Cartagena, se decidiera a colaborar de manera activa con la Federación Don Bosco. “Ya conocía la obra salesiana y tenía ganas de participar en sus actividades, así que me animé”, señala. La experiencia le está permitiendo tomar conciencia de una realidad que, “aunque no veamos, está muy presente en nuestra sociedad y debemos ayudar a cambiarla, ya que se trata del futuro de niños y jóvenes con toda la vida por delante”.

P.-¿Cuál ha sido tu papel?
FL.-
Formo parte del ‘equipo cero’, cuya misión es dar soporte a la organización. Entre las tareas se encuentran la de buscar financiación, dar servicio de acompañamiento de autobuses, limpieza de locales y piscina, organización y servicio de comidas, y todo lo que haga falta para atender a los menores. Igualmente, he podido colaborar con el equipo de voluntariado en actividades programadas. El campamento siempre se centra en la formación y sensibilización en valores (respeto, compromiso, solidaridad…), pero este año ha introducido la vertiente ambiental para educar sobre cuestiones como el uso de recursos o el reciclaje. Todo se ha trabajado mediante charlas, talleres y dinámicas.

P.-¿Cómo ha sido la experiencia? 
FL.-
Fantástica y muy enriquecedora. No han faltado momentos enternecedores, duros y emotivos a la vez. Te abre una ventana a una realidad que convive en nuestro entorno y de la que aprendes tolerancia, paciencia y constancia para levantarse ante los reveses de la vida. Cuando tratas con niños y niñas con situaciones tan complicadas (algunos con padres en la cárcel, abandonados o que han sufrido violencia), te das cuenta de que nuestra sociedad tiene muchas carencias y no es necesario ir a países menos favorecidos para verlas. Esta actividad, como todo el trabajo de la Federación, ayuda a ofrecer a los menores una perspectiva de futuro que ni siquiera se habían planteado. Ha sido genial ganarse su amistad y ver que el esfuerzo puede llegar a tener recompensa.

P.-¿Seguirás colaborando?
FL.-
Ver la evolución de estos chicos y chicas me anima a seguir adelante. De hecho, el proyecto continúa con actividades y seguimiento educativo y formativo. Me ha cautivado la importante labor que está realizando la comunidad salesiana, así como el grupo juvenil de voluntarios y ‘equipo cero’, todos dotados de una calidad humana y de un trabajo pedagógico y psicológico impagable. Quiero seguir colaborando para que la gente con menos posibilidades pueda salir adelante y demostrar que, aunque la sociedad los trate de manera injusta, todos pueden optar a mejorar su futuro.

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