La sencillez y, al mismo tiempo, lo acertado de esta frase del pequeño Raúl, un niño de 7 años del Colegio Salesiano “San Isidro” de La Orotava (Tenerife) resume, muy a las claras, este bonito proyecto que desarrollan de manera conjunta la Asociación de María Auxiliadora de esta Casa salesiana y el Equipo Local de Pastoral Juvenil: se trata de los grupos de Amigos y Amigas de María Auxiliadora. Y es que Raúl entendió a la perfección lo que significa formar parte de esta iniciativa: tratar de imitar en virtudes a María.

Los Amigos y Amigas de María Auxiliadora nacen en esta Casa salesiana desde hace ya algunos años y, aunque la pandemia paró sus actividades, desde el curso pasado se han retomado. Su objetivo no es otro que formar grupos de niños, niñas y adolescentes que voluntariamente quieran difundir entre sus iguales y en sus familias la devoción a María Auxiliadora. Para ello, los miembros de estos grupos que cursan ya los cursos superiores de la ESO apadrinan a sus compañeros y compañeras de los cursos más pequeños y colaboran con ellos en las diferentes tareas asignadas; así la transmisión de esta devoción se convierte en una bonita experiencia intergeneracional. De esta manera se van desarrollando actividades adaptadas a cada edad y se van asumiendo pequeñas responsabilidades de forma gradual, favoreciendo el protagonismo juvenil, tan salesiano.

Las tareas son muy sencillas: cuidar de las capillitas domiciliarias de María Auxiliadora y asegurar que van de casa en casa, preparar los buenos días de cada 24 de mes, preparar sorteos de diferentes medallitas u objetos que ayuden a promover la devoción, lanzamiento de retos para visitar a la Virgen antes de comenzar cada jornada, participar en un rosario en el mes de mayo preparado por ellos para ellos, participar de la novena y procesión de María Auxiliadora –ocupando en ella un lugar especial–… Con cada uno y cada una se tiene, además, un gesto especial: la entrega de una pulsera identificativa, que los niños y niñas llevan con mucha ilusión. Todo ello acompañado de pequeños momentos formativos o catequéticos que ayuden a amar y a imitar cada vez a la Virgen, porque ése es el verdadero objetivo.

Sin duda, la colaboración mano a mano con el Equipo de Pastoral Juvenil es clave en esta acción que permite visualizar entre los niños, niñas y jóvenes y sus familias la vida de la Asociación de María Auxiliadora en La Orotava. Esto ha permitido que esté siendo una experiencia evangelizadora totalmente enriquecedora, que amplía horizontes y ayuda a rejuvenecer la Asociación.

Desde estas líneas solo nos queda animar a todas las Asociaciones locales a adentrarse en iniciativas que acerquen a los más jóvenes a la Virgen, porque el amor a nuestra Madre es lo más bonito que podemos regalarles.

Jonás Álvarez Rodríguez