El pasado día 14 de noviembre fue un día grande para la Asociación de Cádiz. La concesión de la insignia de oro de la Confederación Nacional de Antiguos y Alumnas de Don Bosco es la mayor distinción que a nivel nacional puede recibir un miembro de nuestro movimiento.

Su concesión no es fácil, más bien lo contrario, a los méritos que debe contraer el aspirante se une la elaboración de un dosier donde se reflejen con detalle y la adhesión a la solicitud de personas de relevancia a nivel del propio movimiento, así como de la Familia Salesiana. Después debe contar con el visto bueno de la Federación Regional, y por último, la aprobación de los miembros que componen la Asamblea Confederal.

Después de 34 años dedicados al movimiento de los Antiguos Alumnos tanto a nivel local como a nivel regional, los méritos contraídos por Cristóbal Sánchez León como presidente y miembro de juntas directivas son más que elocuentes y así fue ratificado por unanimidad de todos los miembros de la Asamblea Confederal.

Y después de casi dos años desde su concesión por fin hemos podido celebrar con nuestro amigo Cristóbal este hecho. En un sencillo y emotivo acto en el transcurso de una Eucaristía de acción de gracias, como a él le gusta, rodeado de quienes hemos compartido con el mucho trabajo, siendo quienes han tenido el honor de imponerla los dos miembros de la actual junta local que ya formaban parte de la misma cuando llegó a la Asociación de Cádiz y que han estado a su lado desde entonces. Después de la Eucaristía recibió la felicitaciones de más de 180 personas que le acompañaron en un almuerzo de hermandad y que finalizó con la actuación de una agrupación carnavalesca y la proyección de un montaje audiovisual sobre la vida asociativa de Cristóbal.

En cada gramito de oro de esa insignia se incluye una parte del corazón de todos cuantos lo queremos y apreciamos.

Lúcela con orgullo.