ESTUDIO DE LA PALABRA| CICLO C – III DOMINGO DE PASCUA

28 abril 2022

Propuesta de Lectio Divina personal (o en grupo)

III DOMINGO DE PASCUA Ciclo C (Jn 21,3-19)

 

 

ORACIÓN

Creemos que estás en medio de nosotros, Padre, y en nuestro interior;

creemos que el Espíritu de tu Hijo nos impulsa.

Te pedimos que no dejamos de estar abiertos al Espíritu,

y que sepamos escuchar sus insinuaciones.

Que venga sobre nosotros tu Espíritu

que nos ayude a conocer más a tu Hijo

a través de la Palabra que ahora escucharemos.

(B) PASOS PARA LA MEDITACIÓN

  1. LEE…

¿Qué dice el texto?

Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.

Texto (Jn 21,3-19)

«Después de esto, nuevamente se manifestó Jesús a sus discípulos en la orilla del lago de Tiberíades. Y se manifestó como sigue:

Estaban reunidos Simón Pedro, Tomás el Mellizo, Natanael, de Caná de Galilea, los hijos del Zebedeo y otros dos discípulos.

Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Contestaron: «Vamos también nosotros contigo.» Salieron, pues, y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba parado en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él.

Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo que comer?» Le contestaron: «Nada.» Entonces Jesús les dijo: «Echen la red a la derecha y encontrarán pesca.» Echaron la red, y no tenían fuer zas para recogerla por la gran cantidad de peces. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Simón Pedro: «Es el Señor. “Apenas Pedro oyó decir que era el Señor, se puso la ropa, pues estaba sin nada, y se echó al agua. Los otros discípulos llegaron con la barca —de hecho, no estaban lejos, a unos cien metros de la orilla; arrastraban la red llena de peces. Al bajar a tierra encontraron fuego encendido, pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar.» Simón Pedro subió a la barca y sacó la red llena con ciento cincuenta y tres pescados grandes. Y a pesar de que hubiera tantos, no se rompió la red. Entonces Jesús les dijo: «Vengan a desayunar». Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle quién era, pues sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo repartió. Lo mismo hizo con los pescados. Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos. Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos.» Le preguntó por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Pedro volvió a contestar: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Cuida de mis ovejas.» Insistió Jesús por tercera vez: «Simón Pedro, hijo de Juan, ¿me quieres?» Pedro se puso triste al ver que Jesús le preguntaba por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.» Entonces Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas. En verdad, cuando eras joven, tú mismo te ponías el cinturón e ibas a donde querías. Pero cuando llegues a viejo, abrirás los brazos y otro te amarrará la cintura y te llevará a donde no quieras.» Jesús lo dijo para que Pedro comprendiera en qué forma iba a morir y dar gloria a Dios. Y añadió: «Sígueme.»

Comentarios:

Jesús se aparece en la vida cotidiana de sus discípulos para renovarles la llamada. Para hacerles comprender que, si confían en Él, la pesca, a la que están llamados, será una tarea que sobrepase las orillas de este mar y les conduzca a todos los rincones de la tierra.

 Y mientras los discípulos volvían a intentar pescar algo, Él les esperó preparando las brasas, para asar los peces y que pudieran almorzar. Habían pasado la noche entera trabajando sin resultado alguno.

 Ahora al despuntar el día han entrado de nuevo en el mar, confiados en la palabra de Jesús. El resultado de esta pesca es extraordinario: 153 peces. Cifra que pretende destacar, el resultado de las acciones humanas cuando ponemos nuestra confianza en el Señor.

 A continuación de esta comida nos encontramos el relato del precioso diálogo entre Jesús y Pedro. Acabará esta escena con una palabra clave: «Sígueme». De nuevo Jesús ratifica la llamada que hizo a Pedro y a los suyos al inicio de su predicación.

 Ahora, serán Pedro y los discípulos los que deban continuar la tarea en nombre de Jesús. Tres veces Pedro tiene la oportunidad de demostrar a Jesús su cariño incondicional. Pedro se entristeció porque comprendió que un día falló a Jesús. Pero ahora le prometía que no le fallaría más. Y que en el caso de que volviera a caer, lo que Jesús tenía que saber era esto: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero«.

  1. MEDITA…

¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Sugerencias:

“¿Estás dispuesto a hacer este recorrido de conversión? ¿Te dejas despertar por esta invitación de Jesús?”

“El Señor te invita unir su vida a la tuya. Él está hablando de personas, aquellas a las que Él quiere salvar, por tu pesca.”

  • “Te amo Señor”
  • “Te sigo”
  1. CONTEMPLA Y REZA…

¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Sugerencias:

Me sorprende, Señor

que hayas en cargado tu rebaño no a quien más querías,

sino a quien, habiéndote traicionado le obligaste a confesar

en público que te amaba más que a sus compañeros.

¿A qué esperabas para someterme al mismo escrutinio,

¿Si quieres que me ocupe de tu grey?

  1. ACTÚA…

¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

  1. COMPARTE…

Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.

  1. DA GRACIAS…

Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.

 

Gracias, Padre, por lo que me has revelado con esta Palabra,

Ayúdame a progresar en el conocimiento de tu Hijo Jesús

y hazme dócil a la acción del Espíritu en mi vida.

 

Fuente Oración: Evangelio al dia 2022 Ed. CCS

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