El trabajo de Solidaridad Don Bosco bajo la mirada de Raquel Borrero

14 julio 2015

Colabora con Solidaridad Don Bosco desde:
Tengo el privilegio de contarme entre las primeras voluntarias de la ONGD en Badajoz y de haber contribuido a su establecimiento como sede local en 2008.

Tras un período de gestación diluido durante el curso 2007-2008 y una precisa coordinación de iniciativas, intereses e inquietudes, podemos considerar constituida oficialmente nuestra delegación el 26 junio 2008, época desde la cual vengo colaborando con la ONGD.

Un libro, una película y una canción…
Un libro que leí hace tiempo y que me viene a la mente como lectura muy recomendable es “Los amarillos”, de Albert Espinosa, sobre el valor de la vida y de las personas que se cruzan en ella y nos ayudan a construirla… Se tratar de una lectura que se absorbe -más que leerse- y pasa directamente a formar parte del intelecto emocional de la persona. Un libro que me estoy leyendo ahora es “El principito se pone la corbata”, de Borja Vilaseca y lo recomendaría como crítica a los sistemas laborales que se olvidan de las personas convirtiendo a los trabajadores en seres autómatas y alienados, pero sobre todo como aliento para construir un sistema mucho más crítico y humano, donde el corazón de las empresas lleguen a ser las personas y sus verdaderas necesidades.

Me siento muy identificada con la película “Cuerdas”. Se trata del cortometraje muy tierno e inspirador. En los pocos minutos que dura se puede reír, llorar y soñar… En mi caso sueño con un mundo lleno de “Marías” – la protagonista de la película- personas capaces de convertir su estilo de vida en vocación y su vocación en profesión y servicio.

Una canción que me encanta es “Hoy toca ser feliz”, de Mago de Oz. Es la dosis de energía, optimismo e ilusión que suelo escuchar cuando necesito un poquito de motivación extra…

Lo que más detestas de este mundo…
El inmovilismo, la pobreza de espíritu que impide modificar el tópico de la resignación “si las cosas siempre se han hecho así, ¿para qué cambiarlas?”, donde observo que se excusa la falta de verdadero liderazgo y veo que se perpetúa el casi siempre injusto y poco equitativo orden establecido.

Lo que más aprecias es…
La humanidad que se esconde tras los ideales que persiguen un mundo mejor. La valentía de las personas que viven las dificultades y el dolor como una piedra en el camino, que no se instalan en ellos, sino que les sacan partido.

¿Qué es para ti la solidaridad?
Más allá de cualquiera de las definiciones de solidaridad que conocemos, me gusta entenderla como la capacidad de servicio que genera un beneficio mutuo. No se trataría solo de renunciar a algo propio para que otro pueda tenerlo, sea de la índole que sea (material o inmaterial). El gran potencial de la solidaridad, desde mi punto de vista, radica en el momento en el que, al desprendemos de algo que consideramos útil para el crecimiento de otras personas, grupos o comunidades, nuestra persona crece proporcionalmente. Hoy día, existe un amplio sector social que entiende la solidaridad como una forma más moderna de caridad. Sin embargo, quienes de esta manera opinan, pierden de vista una dimensión mucho más completa, que tiene en cuenta la perspectiva personal, emocional y psicológica del concepto y que explica la solidaridad como una fuente de crecimiento y desarrollo personal.

¿Por qué eres voluntaria de Solidaridad Don Bosco?
Como motivo, destacaría el valor añadido que aporta a mí trabajo en particular como profesora. De manera totalmente imbricada a mi trabajo me permite aunar mis responsabilidades laborales del día a día con los valores, contenidos y actitudes fundamentales necesarias para ser buenos ciudadanos en el momento en el que nos ha tocado vivir. Creo que es una suerte contar con la ONGD como instrumento educativo y de desarrollo dentro de la vida escolar (materiales y campañas educativos), así como con las posibilidades de trasladar los valores propios de la organización al horario extraescolar mediante las diferentes actividades que organizamos con el Comité de Solidaridad de la Casa y mediante las cuales no sólo nos quedamos en el centro, tratando de llegar a todos los alumnos/as y profesores, sino que también trabajamos para lograr llegar a las familias, al resto de la comunidad educativa, al sector e incluso a colectivos y barrios de otros sectores de la localidad con los que colaboramos.

Solidaridad Don Bosco me permite ejercer mi compromiso con la educación de una manera mucho más responsable e integral, puesto que continuamente me siento interpelada por las realidades de las comunidades internacionales con las que colabora nuestra ONGD; países que viven realidades mucho más complejas e injustas que las propias y que es importante tener presentes durante nuestra formación personal y profesional y en nuestro trabajo de educación y formación a los jóvenes.

Mi voluntariado en Solidaridad Don Bosco me permite profundizar en la Educación para el Desarrollo y reflexionar de manera crítica sobre las diferencias Norte-Sur y sobre la necesidad de una verdadera justicia social. Como dinamizadora de la ONGD, además, me permite transmitir a los jóvenes estas inquietudes como forma de vida.

Una anécdota o recuerdo de tu relación con Solidaridad Don Bosco…

En mi relación con Solidaridad Don Bosco recuerdo especialmente el año 2009. Fue un año intenso en cuanto a actividades en la sede local y además tuvieron lugar dos hechos importantes en mi trayectoria como voluntaria de la organización: por una parte, el encuentro que realizamos diferentes dinamizadores de los comités de solidaridad en Tánger (Marruecos) y por otra, la posibilidad de realizar mis prácticas del Máster de Cooperación Internacional en el proyecto que justamente en Tánger tenía en marcha la ONGD, el Centro Assabil de Formación Ocupacional. Muchos recuerdos y bonitos de todo un curso que intentaré resumir con este cuento:

Había una vez una vez un grupito de personas en Badajoz que quería hacer algo para transformar el mundo. Un día soñaron que había otras personas en Sevilla, en Tenerife, en Cádiz… y en un sin fin de puntos más de España que tenían la misma inquietud. De manera increíble, todas estas personas tan diferentes y tan distantes soñaron lo mismo aquella noche y sorprendentemente ¡al despertar se encontraron transformados! Un extraño y fino hilo de una textura similar a la de las nubes rodeaba sus manos y continuaba hacia alguna parte. Todos ellos se decidieron a seguir ese hilo de nube y empezaron a caminar…Y al caminar iban haciendo cosas maravillosas impulsadas por una fuerza extraña que hasta entonces nunca habían sentido. Seguían caminando e iban disfrutando a cada paso de todas las oportunidades que se presentaban para ser protagonistas de su realidad. Tenían muchas, muchas ideas; muchas, muchas ganas; casi siempre poco tiempo… Pero aun así apoyaron la campaña de Pobreza Cero, porque querían que de una vez por todas la erradicación de la pobreza dejara de ser sólo una promesa. Y por el mismo motivo apoyaron otras campañas como la del DOMUND y MANOS UNIDAS, y recogieron alimentos para la campaña de Navidad. También montaron un cineforum para trabajar con los más pequeños sobre la diversidad cultural porque pensaron que la educación y la sensibilización eran fundamentales en el compromiso con el cambio. Por el camino conocieron la Barriada de Suerte de Saavedra de la ciudad y algunas de estas personas se enamoraron perdidamente del trabajo que allí desarrollaban, ¡tanto que hasta decidieron emplear parte de sus vacaciones en seguir trabajando allí! También vivieron encuentros formativos y de convivencia, y alguna de estas personas caminando, navegando… incluso llegó hasta Tánger y vivió una experiencia inolvidable conociendo el proyecto de formación ocupacional que SDB había puesto en marcha en el Centro Assabil (Marruecos). Y todo el trabajo se convirtió en fiesta el día de María Auxiliadora, cuando las esperanzas cobraron forma de papeleta y los premios fueron para unos juguetes y para otros la imagen de futuras sonrisas en países lejanos… Así, todos se iban dando cuenta de que el camino era muy importante y de que había que cuidar cada paso para poder ver, en el horizonte, el final… Y pudieron verlo, porque consiguieron subirse a una montaña y ver desde lo alto que el hilo que salía de sus manos y que les unía a otras manos ¡era una enorme espiral de nube!

Ya estamos llegando al final de nuestra historia, que no es un cuento de hadas, que es un cuento de realidades donde los personajes no son héroes ni heroínas, pero sí protagonistas de los sueños que transforman el mundo. El camino les ha susurrado que se puede vivir de otra manera y que el compromiso forma parte de la vida, que se puede compaginar con la familia, con los amigos, con los estudios y con el trabajo.

Y curso a curso, continuamos nuestra andadura en nuestra sede local de Solidaridad Don Bosco y del Comité de Solidaridad de Badajoz… ¡porque nos atrevemos a soñar!

Solidaridad Don Bosco es…
SDB es un motor de cambio y transformación social cuya convicción principal radica la creencia de que un mundo más justo y mejor para todos es realmente posible. Con trabajo, constancia y determinación, sumando pequeños esfuerzos, podemos contribuir a crear algo grande. En esta construcción social, Solidaridad Don Bosco es la argamasa que nos une a los voluntarios y voluntarias de la obra salesiana que compartimos este mismo sueño y que confiamos en la educación de los jóvenes como derecho fundamental para el crecimiento de las personas y de las sociedades, tanto aquí en España como en el exterior.

Te gustaría que Solidaridad Don Bosco trabajara más en…
Solidaridad Don Bosco es una ONGD de Desarrollo, es parte de su identidad, pero trabajando desde la sede con nuestro grupo de jóvenes voluntarios, chicos y chicas del Comité de Solidaridad, siempre anhelamos la posibilidad de trabajar en proyectos de carácter local que poder atender con el respaldo de la ONGD.

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