ESTUDIO DE LA PALABRA| CICLO A – V DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

30 enero 2023

Propuesta de Lectio Divina personal (o en grupo)

V Domingo de Tiempo Ordinario Ciclo A (Mt 5,13-16)

 

 

ORACIÓN

Envía sobre nosotros, Señor, tu Espíritu Santo:

que disponga nuestro corazón para escuchar tu Palabra;

que nos conceda encontrarte en ella;

y que haga que esta Palabra se convierta en vida en nuestras personas.

(B) PASOS PARA LA MEDITACIÓN

  1. LEE…

¿Qué dice el texto?

Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.

Texto (Mt 5,13-16)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Si la sal ha perdido el gusto, con que la volverían salada? No será buena para nada. La tirarán a la calle y que la pise la gente. »Vosotros sois la luz del mundo. Un pueblo alto de una montaña no se puede esconder. Tampoco, cuando alguien enciende una luz, no lo pone debajo del celemín, sino en un lugar alto, y que alumbre a todos los que están en casa. Alumbre así vuestra luz a la gente. Entonces, al ver el bien que hacéis y glorifiquen a vuestro Padre del cielo. «

Comentarios:

Las bienaventuranzas terminan con una aplicación concreta (Mt 5,11-12), y esta aplicación continúa ahora. Mateo recoge aquí una comparación de Jesús, en la que las imágenes de la sal y de la luz sirven para dirigir una palabra de ánimo a los discípulos perseguidos. Los que viven según el estilo de las bienaventuranzas son sal y luz del mundo, es decir, fermento de una nueva humanidad, que alcanza a todos los hombres. La novedad y la liberación que trae el reino no pueden perder fuerza ni permanecer ocultas por miedo a la persecución, o por dejadez de los discípulos, sino que deben hacerse presentes en su testimonio de vida, para llevar a todos los hombres al encuentro con Dios.

  1. MEDITA…

¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Sugerencias:

La SAL y la LUZ que somos han de vencer en nosotros la rigidez, la inautenticidad, todo lo que nos “momifica”… desencadenando un amor dinámico, expresivo, “salado”, gracioso, sabroso, que dé gusto vivir cada una de las bienaventuranzas en las diferentes etapas de la vida.

  • ¿Damos “sabor” gozoso a los gestos y obras de cada día?
  • ¿Cómo somos en familia, con los íntimos, con nosotros mismos?
  1. CONTEMPLA Y REZA…

¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Sugerencias:

  • ¿Por dónde tengo yo que comenzar a hacer pobre mi vida?
  • ¿Podrías señalar en tu entorno a los que son verdaderamente pobres, sencillos, limpios…?
  1. ACTÚA…

¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

  1. COMPARTE…

Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.

  1. DA GRACIAS…

Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.

 

Gracias, Padre, por lo que me has revelado con esta Palabra,

ayúdame a progresar en el conocimiento de tu Hijo Jesús

y hazme dócil a la acción del Espíritu en mi vida.

 

Font (comentarios y sugerencias): http://www.siervas-seglares.org

También te puede interesar…