‘Tenemos un poder inmenso todas las personas jóvenes para cambiar la realidad’

24 noviembre 2018

Pregunta-Respuesta: Cristina Martínez (Villena), técnico de Desarrollo en la ONGD Jóvenes y Desarrollo 

Autor: Marta M Peirat 

¿Cómo descubriste tu vocación por los últimos?

Mi vocación por los últimos no sabría exactamente cuando apareció porque he vivido toda mi vida en el ambiente salesiano pero sé que es a través de esa vida he entendido que en mi vida personal estaba también esa inquietud por ayudar a las personas que no tienen las mismas oportunidades que yo. El ambiente salesiano, el ejemplo del mismo Don Bosco, me hicieron ver que yo también quería ser así, quería dedicar mi tiempo (en principio mi tiempo libre y ahora también como profesional) a aportar mi granito de arena para que todas las personas podamos, en esa carrera de la vida, salir desde la misma posición

¿Cómo vives el carisma de Don Bosco en tu día a día?

El carisma de Don Bosco está en mi día a día presente las 24 horas, a nivel profesional por estar trabajando en una entidad Salesiana (ONGD Jóvenes y Desarrollo). Todo lo que hacemos tiene ese toque, trabajamos por los últimos por los que más lo necesitan, porque los derechos de todas las personas sean reconocidos, eso es muy de Don Bosco. Pero además a Don Bosco y lo vivo en mi día a día también a nivel personal, intento que todo lo que hago tenga ese toque salesiano creo que es inconscientemente, pero es que es lo que he mamado desde pequeña.

Lo que siempre destaco de Don Bosco es la palabra amorevolezza. Para mí es algo muy valioso, querer a los demás ( en este caso a los jóvenes) y que se sientan queridos. Forma parte de mi filosofía de vida, lo tengo muy presente. Unas veces es más difícil que otras, pero el vivir el cariño a los demás y sobre todo que eso se vea y se sienta, es algo que me gusta aplicar mi día a día

¿Cómo animarías a un joven a volcarse en los últimos en su realidad local?

Si tuviera que animar a jóvenes a que se animaran a cambiar la realidad local, les diría que tenemos un poder inmenso todas las personas especialmente las personas jóvenes, para cambiar la realidad.

La gente joven no es el futuro, es el presente y si realmente creemos en que la diversidad es algo positivo, realmente vemos que alrededor hay gente que no tiene las mismas oportunidades que nosotros, simplemente tenemos que ponernos manos a la obra porque no es una cuestión de ser buenas personas sino de derechos. No todas las personas tienen los mismos derechos ni se les garantizan los mismos derechos y si eso no nos gusta tenemos que ponernos manos a la obra.

Así que animaría a toda la gente joven a que se acerque a su casa salesiana y que se ponga al servicio. Si todas las personas nos ponemos al servicio de lo que nos rodea, viviremos en una sociedad mucho más bonita. Todo el mundo tiene algo que aportar sea cual sea su situación.

También te puede interesar…